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Escrito el día 01-julio-2018 por Juan Toral
Con el buen tiempo afloran una serie de patologías que durante los meses de invierno se dan en menor proporción. Está comprobado que en primavera y verano, el número de personas que presentan diarrea aumenta por lo que estas semanas será un motivo de consulta frecuente.
Está extendida la idea de que resulta beneficioso tomar para la diarrea tratamientos antidiarreicos reconstityentes de la flora intestinal como los probióticos. Pero para saber si esto es cierto, antes deberíamos saber qué es la flora intestinal y qué hacen estos medicamentos.
Para que nuestro tracto digestivo pueda desempeñar de manera correcta el proceso de digestión, dispone de unos aliados insospechados en los más de 100.000 millones de microorganismos bacterianos que albergamos en nuestro interior. Entre las misiones de nuestras “bacterias buenas” estará la de favorecer la digestión, fermentar la dieta no digerible, favorecer la absorción de nutrientes y prevenir la invasión de los “microbios malos” que en ciertas ocasiones entran en nuestro cuerpo, actuando como mecanismo defensivo.
Los probióticos son un refuerzo externo que tomamos con finalidad de potenciar nuestra flora intestinal. Y es que los probióticos son organismos vivos de origen natural que se complementan con nuestras “bacterias buenas”.
Cuando la flora intestinal se daña pueden aparecer síntomas como hinchazón abdominal, dolores tipo cólicos y diarrea. Esto pasa cuando nos infectamos por virus o bacterias y hacemos una gastroenteritis, pero también puede pasar cuando tomamos antibióticos, que pueden alterar transitoriamente el equilibrio de nuestra flora intestinal.
Tomar antidiarreicos reconstituyentes de la flora como hidrasec puede ser una buena opción para hacer que la recuperación sea más rápida y satisfactoria, sobre todo en personas o grupos de riesgo de sufrir patologías más graves como la deshidratación: personas mayores, gente con enfermedades que le hagan tener las defensas bajas, niños pequeños…
De entrada, el cuerpo es sabio e intenta por sus propios mecanismos que todo vuelva a la normalidad y que la flora se reconstruya, recuperando el equilibrio. Así que para empezar podemos optar por alimentos ricos en estos probióticos y tomarlos de esta manera natural: el yogurt, la avena, la miel, el chocolate negro, el queso o el kéfir son una buena opción para complementar la dieta en busca de fortalecer nuestra flora.
Pero sin duda, una buena opción para ayudar a frenar la diarrea y evitar complicaciones es decantarnos por algún fármaco destinado para ello, como serían los antidiarreicos reconstituyentes de la flora, que junto a una dieta blanda, astringente y que contenga probióticos, además de suero para prevenir la deshidratación, será la combinación ganadora para esos días en los que la taza del WC se convierte en parte nuestra.
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