Categoría: Enfermedades
Escrito el día 03-septiembre-2020 por Juan Toral
Para las personas que sufren de migrañas no hace falta describir sus molestos síntomas: intenso dolor de toda la cabeza, que puede tirar hacia los ojos, que se acompaña de nauseas, que se hace más intenso con los ruidos o la luz, que te hace resguardarte en la oscuridad de una habitación silenciosa, que puede incluso que te haga ver borroso o que hasta tengas la sensación de perder visión. Las migrañas pueden tener apellido (con aura o sin aura) en función de si además del dolor se acompaña de la aparición de algunos de estos síntomas, pero lo cierto es que una crisis migrañosa es tan molesta como dolorosa.
La finalidad de esta entrada no es centrarme ni en el origen ni en el tratamiento de tus migrañas, ya que para cada persona puede venirle mejor un tratamiento u otro, además de que se están produciendo avances como la ozonoterapia o la inyección de toxina botulínica (Botox para los amigos) para los que seguro tu Neuróloga o Neurólogo te pueden dar más información. Mi intención con este post es hacer bueno el refrán de “más vale prevenir que curar” y por ello me quiero detener en las cosas que hay que tener en cuenta para intentar que la aparición de las crisis de dolor disminuyen. Y es que se ha demostrado que, en ocasiones, la aparición de las migrañas tiene relación directa con cosas del día a día tales como el descanso, los destellos luminosos, el estrés, la alimentación y más detalles que debes de intentar tener en cuenta. Si sufres migraña, muy atenta/o a los siguientes consejos de las cosas que tienes que tener en cuenta para prevenir de manera natural una nueva crisis:
Mucho cuidado con los medicamentos que tomamos: en ocasiones, la migraña puede reactivarse por ciertos medicamentos que tomamos. En las mujeres, es frecuente que se asocie con la toma de ANTICONCEPTIVOS debido a la concentración de los estrógenos. Si eres mujer, sufres migrañas y tomas anticonceptivos, consulta con tu médico/a por si pudiera tener relación, es probable que tengan que cambiarte el anticonceptivo a uno con dosis bajas de estrógenos. Las migrañas también pueden asociarse con otro tipo de medicamentos, como serían aquellos que provocan vasodilatación, como por ejemplo puede ocurrir con la NITROGLICERINA (se usa para personas con dolores de pecho que han sufrido algún infarto) o por ejemplo con fármacos para conseguir una erección.
Mucho ojo con lo que comemos: se ha demostrado que existe relación entre lo que comemos y las crisis de migraña. Evita consumir los alimentos de la siguiente lista: chocolate, nueces, frutas cítricas, edulcorantes como la sacarina, aguacate, plátanos, cebollas, productos lácteos, arenques, huevos, alimentos enlatados o envasados, el cava o el champagne, las conservas de pescado (atún y sardinas), los vegetales fermentados (como el chucrut), el vinagre, el marisco, la berenjena, las espinacas, los embutidos. Te estarás preguntando ¿Y POR QUÉ? Se ha demostrado que personas que sufren las molestas migrañas pueden tener un déficit de la enzima DAO cuya finalidad es metabolizar la histamina de los alimentos en el intestino y eliminarla por la orina. Si la persona tiene un déficit de esta enzima, la histamina se acumula en mayor concentración en el organismo y puede predisponer a sufrir migrañas. Los anteriores alimentos tienen una alta concentración de histamina por lo que en la medida de lo posible tenemos que no poner facilidades a sufrir la migraña.
Evita un ayuno prolongado: intenta comer algo cada 3 horas. Tomar alimentos ricos en Vitamina C, Vitamina B2 y ácidos grasos insaturados puede ayudar a mejorar los dolores.
Evita el alcohol: aparte de que el alcohol no es bueno para nuestra salud, ni para el hígado ni para nuestra mente, es que además el alcohol es un inhibidor de la enzima DAO (de la que acabamos de hablar), y por lo tanto, cuando bebemos, bloqueamos su funcionamiento normal. Por ese motivo, una persona que sufre migrañas, si bebe alcohol tiene más riesgo de sufrir una crisis.
Evita el estrés: no te digo nada nuevo si te comento que el estrés y los nervios no son buenos compañeros de viaje. Evita la fatiga, la sobrecarga emocional y laboral, ponle freno al insomnio.
Intenta hacer algo de ejercicio. No se trata de hacer grandes esfuerzos: camina, muévete, mantente activa/o.
Cuida tu descanso. No duermas ni por defecto ni por exceso. Intenta tener una rutina en tu sueño
No te automediques: es importante que evites el abuso de pastillas para el dolor ya que se han descrito episodios de cefaleas secundarias a la toma prolongada de antiinflamatorios
Mujeres y menstruación: se ha demostrado una relación en el nivel de hormonas femeninas por lo que en los días previos a la regla es frecuente que aparezcan crisis, al igual que suele apreciarse una desaparición de las migrañas durante el embarazo. La menopausia también suele suponer un alivio en el número de crisis.
Cuidado con la contaminación lumínica: evita luces de parpadeo-intermitentes como la que llega a tus ojos si ves la televisión en una habitación apagada o las típicas luces de discoteca. Evita también olores desagradables o ruidos altos
Mucho ojo con los cambios de ambientes o los cambios estacionales: cambios en la presión atmosférica pueden desencadenar crisis. Cuidado también si viajas y cambias de altitudes
Evita el humo del tabaco: fumar no solo es malo para nuestros pulmones
Como he comentado, la finalidad de este artículo no es hablar sobre el mejor tratamiento porque el mejor tratamiento puede ser diferente para cada caso o persona. Habrá que buscar los antecedentes, las características de cada persona e ir buscando la mejor opción para evitar las recaídas.
Espero que con estos consejos consigas encontrar un freno en el número de crisis. De todas maneras, siempre es aconsejable estar pendiente del número de crisis, el dolor o cualquier síntoma nuevo que pueda aparecer por si tienes que consultarlo con tu médico. Si tienes alguna duda o quieres hacerme una consulta te recuerdo que tengo consulta médica online. Por sólo 15€ o si lo deseas, de regalo si te haces con un ejemplar del libro “33 consultas médicas para morirse…de risa” ya sea en formato papel (14,99€) o en digital (3,99€).
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