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Escrito el día 24-junio-2022 por Juan Toral
En el cuerpo tenemos 206 huesos, 639 músculos, 360 articulaciones…y más de 30 millones de células. Las células son la base de nuestro organismo, nuestro componente básico, la argamasa que le da sentido a todo lo que en nuestro interior ocurre, en definitiva, la unidad funcional de la vida. Estructuras microscópicas que hacen que nuestra existencia sea posible y que se cuentan por millones en el cuerpo de una persona adulta. Esenciales para nuestra supervivencia, entre muchas de las misiones que desempeñan, están la de brindar la estructura al cuerpo, absorber los nutrientes y el oxígeno, obtener y aprovechar la energía, contener el material hereditario del organismo y poseer capacidad de replicarse. Esto nos llega uno de los puntos a tener en cuentas en los procesos celulares y a tener en cuenta un aspecto: Diferencia entre células haploides y diploides.
Y no solo hablamos de haploides y diploides. En el cuerpo humano y descubiertas hace 500 años por el científico Robert Hook, se distinguen hasta 6 tipos de células diferentes: procariota, eucariota, vegetal, animal, protista y fungal.
Las haploides y las diploides son las células que explican la vida y la reproducción, y aunque similares, tienen también grandes diferencias. La mayor, será la que tiene que ver con el número de cromosomas que tiene cada célula, ya que las diploides tienen dos conjuntos de cromosomas mientras que las haploides solo uno. Los seres humanos se consideran organismos diploides (a excepción de las células sexuales) y suelen conocerse como células somáticas ya que se encuentran en la piel, la sangre y las células que conforman la musculatura. Las células haploides son esenciales en la fecundación ya que son la estructura de los gametos (espermatozoides y óvulos): las algas y los hongos son también ejemplos de organismos haploides.
Como has leído más arriba, la célula haploide tiene un genoma compuesto por un único juego de cromosomas, lo que le hace tener la mitad respecto a una célula diploide. También has leído en el párrafo anterior que los seres humanos éramos diplodes: ¿significa esto que no tenemos representación haploide en nuestro organismo? La respuesta es no, ya que los gametos sexuales, o sea, espermatozoides y óvulos son haploides, y de ellos surge la vida y por lo tanto nuestra supervivencia como especie. Cuando un gameto masculino se junta con un femenino, surge una célula diploide que permite el desarrollo del feto.
Por el contrario, una célula diploide tiene un genoma formado por dos juegos de cromosomas, o lo que es lo mismo, tiene el doble de material genético que una célula haploide. Nuestras células diploides tienen una dotación cromosómica de 46 (23×2), ya que hay dos copias de cada cromosoma. Al igual que la gran mayoría de plantas y animales, los humanos somos organismos basados en células diploides, a excepción de nuestros gametos (espermatozoides y óvulos)
Las células diploides mantienen las funciones biológicas; las haploides, hacen posible la reproducción sexual.
Empecemos por el final para luego entrar en detalle. Las células diploides, se reproducen por mitosis, produciendo células hijas que son réplicas exactas; las células haploides, son el resultado del proceso de meiosis, un tipo de división celular en el que las células diploides se dividen para dar lugar a células germinativas haploides.
La génesis de las células diploides es la mitosis, donde se produce una división celular de una célula madre, que da dos células hijas con el mismo número de cromosomas (2n) y la misma información genética. En cambio, la génesis de las células haploides es la meiosis, que será el proceso de división celular que siguen nuestras células reproductoras, en el que se reduce a la mitad el número de cromosomas y es que sin la meiosis, el número de cromosomas del cigoto sería el doble que el de sus progenitores.
Como si fuera el yin y el yang, diploides y haploides encuentran el equilibrio en su división celular. Recuerda que las células del cuerpo (conocidas como somáticas) son diploides ya que contienen dos conjuntos de cromosomas (uno de cada progenitor). Para mantener ese estado, el óvulo y el espermatozoide que se unen durante la fertilización deben ser haploides, con un único conjunto de cromosomas. Durante la meiosis, cada célula diploide atraviesa dos rondas de división y produce cuatro células hijas haploides, los gametos.
Si quieres recordar todo lo que ocurre en el interior de nuestro cuerpo, los que ya peinamos canas podemos desempolvar la serie “Érase una vez el cuerpo humano”. Pero siempre viene bien recordar qué somos y de dónde venimos. Y en parte, dependemos de las células diploides y las haploides.
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