Categoría: Curiosidades
Escrito el día 05-diciembre-2020 por Juan Toral
Si en el anterior post hablamos sobre el mito de que «hay que beber 2 litros de agua al día» hoy me quiero centrar sobre si es verdad, que el color de la orina es clave para saber si estamos deshidratados o comenzando a estarlo, ya que, por lo tanto, estar atentos a la coloración del pipí, nos puede servir de indicador para saber si hay que beber más o menos agua.
Efectivamente, el color y la concentración de nuestra orina nos puede orientar sobre el grado de hidratación de nuestro cuerpo. Cuando estamos bien hidratados y nuestros riñones filtran de manera correcta, la orina oscila en tonalidades claras e incluso transparente. A medida que sudamos más o las pérdidas de líquido aumentan en nuestro organismo, los riñones filtrarán menos por lo que la orina cada vez estará más concentrada y oscura, siendo un indicador indirecto que debe ponernos en sobreaviso.
Ahora bien, creo que fiarnos exclusivamente del color de nuestra orina para saber si tenemos que beber más o menos es un error, ya que nuestro cuerpo no solo nos avisa con el color de la orina, sino que manda una serie de señales o síntomas que nos deben de poner en alerta y obligarnos a hidratarnos. Así que te aconsejo que bebas agua (o ingieras líquido en cualquiera otra de sus formas: té, infusiones, alimentos ricos en agua) si:
notas la boca seca y pegajosa, si aparecen calambres, si te duele la cabeza, si notas cansancio, si tu piel se reseca, si te sientes torpe o has perdido concentración.
Estos síntomas que pueden resultar inespecíficos pueden estar detrás de la deshidratación por lo que, si aparecen, mi consejo es que evites males mayores y que te hidrates.
Pero el color de la orina no sólo nos da información sobre lo bien o mal hidratados que estamos, sino que puede darnos una serie de información muy valiosa y orientativa sobre nuestra salud. Coge papel y lápiz. ¡Toma nota!
• La orina opaca o turbia puede ser un signo de infección urinaria. La orina turbia también puede estar causada por la presencia de bacterias, moco, glóbulos blancos o rojos o células epiteliales de la vejiga.
• La orina de color marrón oscuro (similar al coñac) es característica de un trastorno hepático, como la hepatitis viral aguda o la cirrosis.
• Una orina opaca de color rosado, rojo o marrón puede ser un efecto secundario de un medicamento o puede ser producto del consumo reciente de remolachas, moras o ciertos colorantes de los alimentos. También es característica de un trastorno en las vías urinarias en el que se presenta sangrado (hematuria), tales como cistitis, agrandamiento de la próstata, tumor de la vejiga o el riñón, tuberculosis, cálculos en la vejiga, infección renal, ciertos tumores…. La anemia hemolítica y la porfiria también pueden provocar que la orina tome esos colores. La coloración puede también presentarse después de un traumatismo a los riñones o a las vías urinarias.
• Una orina amarilla oscura o anaranjada puede ser producida por el uso reciente de laxantes o por el consumo de complejos de vitamina D o caroteno (las zanahorias tienen mucho de eso). La orina de color naranja a menudo es de origen farmacológico siendo la rifampina y la warfarina los medicamentos más característicos que tiñen de naranja.
• La orina de color verde o azul se debe al efecto de un color artificial en los alimentos o fármacos y también puede ser el resultado de medicamentos como la amitriptilina o la indometacina.
Si sigues leyendo hasta aquí, una de dos: o el artículo te resulta interesante o te atraen estos temas escatológicos. Ya no es solo el color, sino el olor, lo que nos puede orientar sobre problemas de salud.
Ciertos alimentos y medicamentos, incluyendo vitaminas, pueden afectar el olor de la orina. Por ejemplo, el espárrago causa un olor de orina característico.
• Sin embargo, el olor fétido de la orina puede deberse a bacterias anaerobias, como las responsables de las infecciones de las vías urinarias, o también a una fístula rectal (se ponen en contacto las heces con la orina).
• El olor dulce de la orina puede ser una señal de diabetes no controlada o una enfermedad rara del metabolismo como la cetoaciduria (enfermedad de la orina con olor a manzana).
• La enfermedad hepática y ciertos trastornos metabólicos (como la fenilcetonuria, una rara enfermedad hereditaria) pueden causar un olor de la orina a moho o a ratón.
• Orina concentrada con fuerte olor a amoníaco puede ser causada por una deshidratación.
No pretendo que a partir de ahora, cada vez que vayas al baño a orinar, se convierta en un examen para poner a prueba tu salud o el grado de hidratación. Pero si se producen cambios en tu orina y se mantiene en forma de patrón, puede resultar interesante que estés atento/a ya que en ocasiones, el comienzo de ciertas enfermedades pueden pasar desapercibidas pero nuestro cuerpo comenzar a mandar señales, por ejemplo en la orina, que si la escuchamos, parece querer hablarnos.
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