Categoría: Reflexiones
Escrito el día 19-diciembre-2014 por Juan Toral
Esta semana tras entregar el trabajo final del Experto Universitario que he realizado sobre Atención Primaria, puedo decir que soy «experto» en algo, al menos según el título que lo certifica. Con motivo del mismo, he realizado una revisión en profundidad del panorama actual de la eSalud en España.
Comparto con todos ustedes las reflexiones iniciales del por qué elegí este tema como trabajo final y la presentación audiovisual que monté para su defensa.
En los últimos años, la Medicina está sufriendo un perfilamiento hacia un cambio que desde hace unos años es una realidad, y es que la sanidad del futuro al auspicio de las nuevas tecnologías dejó de ser una mera meta para empezar a ser una realidad. Un gran cambio que necesita la implicación de los profesionales y usuarios, tiempo para su desarrollo y paciencia para que la nueva realidad se asiente en el siglo XXI.
Y es que sin duda, la creación, desarrollo e instauración de las Tecnologías de la información y la Comunicación (conocidas como TIC y que serán nombradas con frecuencia en el trabajo) aplicadas a la salud han supuesto el auge de la eSalud. Como todos los comienzos, supone un reto y un nuevo mundo por descubrir para todas las partes que intervienen: profesionales, pacientes y organizaciones sanitarias, ya que todas las piezas del puzzle tienen que amoldarse a los cambios que se están sucediendo en nuestro entorno.
Cada vez son más los jóvenes usuarios de salud que al estar habituados al uso de internet ven en la revolución tecnológica una oportunidad de mejora, agilización, ahorro de costes, mejora y personalización de los servicios. Pediatría quizás sea la especialización que con mayor fuerza se ha sumado a esta corriente debido a que los nuevos padres al estar habituados a las TICs ven con buenos ojos la oportunidad que la eSalud puede dar con los más pequeños de la casa, agrupándose a través de las diferentes aplicaciones y estando conectados con sus médicos, pudiendo acceder a mucha y más fiable información que la encontrada sin filtros en la red.
La eSalud puede ser el cambio que el sistema sanitario necesita para cambiar el paradigma actual y llevar a cabo una serie de medidas que mejoren la atención. Que el ritmo al que se está desarrollando no es todo lo apremiado que las expectativas creadas es cierto, que quizás nos confabulamos en exceso sobre sus beneficios potenciales que aún no se han patentado es otra realidad, aunque despacio pero sin detenerse, la eSalud española sigue su avance quizás para interiorizar el cambio que indica que el futuro de la sanidad y la salud irá por los derroteros de la eSalud.
En España se registran alrededor de 220 millones de consultas médicas cada año, lo que da una imagen de la importancia del sistema sanitario español y la dependencia existente entre los pacientes por el sistema y los recursos que éste oferta. Si atendemos a la oferta, en España entre médic@s, enfermer@s y farmacéutic@s, sale un colectivo próximo a los 350000 profesionales que son emisores potenciales de la eSalud.
Está demostrado que uno de los objetivos supremos de la eSalud es dar un mejor trato y atención al paciente y hay datos más que significativos que merecen mención especial. Un informe de la Comisión Europea de 2010 concluyó que el 20% de las consultas físicas que se atendían podían haberse ahorrado si se hubiera utilizado un uso apropiado derivado de la eSalud. Esto implicaría que el descenso en el número de visitas tanto al médico de cabecera como al servicio de Urgencias, reduciría listas de espera, tiempos de ingresos, fallos y retrasos en el diagnóstico y en el tratamiento por la mayor carga asistencial, menor ocupación de camas hospitalarias, mejora en los cuidados a domicilio más rentables, posibilidad de mejora en diagnósticos secundarios, mayor satisfacción de los pacientes, descenso de mortalidad, mejores cuidados y supervisión en las enfermedades más prevalentes y que suponen la mayor carga patológica en la actualidad como serían la diabetes, la hipertensión o el manejo del resto de factores de riesgo cardiovasculares y patologías respiratorias que suponen un importante reparto en la carga de los presupuestos destinados a la sanidad.
Pese a avanzar muy rápido, la eSalud no deja de ser algo reciente. Si a esto le sumamos que la tecnología crece a un ritmo mucho mayor, compaginar las diferentes velocidades es uno de los máximos retos para poder afianzar la salud 2.0. Debemos utilizar un modelo inclusivo en el que haya cabida para todos e intentar ayudar a los que inicialmente se pudieran quedar fuera de ella, por lo que es imprescindible tender puentes. El ePaciente debe estar siempre en el centro teniendo voz y siendo protagonista de esta nueva corriente.
Quizás la maldita crisis que parece lastrar todo en este lustro de oscuridad sobre el que nos encontramos, no sea el mejor marco para el despegue final de la eSalud. Hacen falta medios, inversiones de empresas privadas que apuesten por esta nueva forma de hacer Medicina y también que la administración pública colabore y facilite la labor de los profesionales que quieran modular sus agendas y su práctica diaria que puede diferir de la tradicional consulta que se ciñe a los corsés de los protocoles interiorizados durante años. Hacen falta personas que quieran utilizar y descubrir la eSalud que como comprobaremos más adelante con datos y cifras cada vez son más y sobre todo hace falta motivación de los profesionales para crecer como sanitarios y personas ya que en la mayoría de los casos no encontraremos el reconocimiento de la empresa para la que trabajemos, ni social ni económicamente, pero en cambio encontraremos en la gratitud y la satisfacción del paciente estímulo más que suficiente para seguir adelante, contra viento y marea en la ola ganadora de la eSalud. Y es que como dijo Germaine de Staël, ¿qué es la felicidad sino el desarrollo de nuestras facultades?
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