Categoría: Reflexiones
Escrito el día 16-enero-2017 por Juan Toral
Hace cuatro días se podía leer atónito en la prensa dos noticias antagónicas que aunque no lo parecen son del mismo país, uno que hasta hace poco se jactaba de tener uno de los mejores sistemas sanitarios públicos del mundo. Y es que con fuegos artificiales se anunciaba la buenísima noticia de que España volvía a pulverizar su propio récord en donación y trasplantes y que gracias a los 2.018 donantes y los 4.818 órganos trasplantados nos manteníamos por 24º año consecutivo al frente del liderazgo mundial.
Pero curiosamente, el mismo día que se anunciaba la buena nueva, otro titular se adueñaba de los noticieros. Y es que el enésimo y esperado pico de gripe llegaba a nuestro país saturando las consultas de Atención Primaria, los servicios de Urgencias y colapsando por completo los hospitales de nuestro país.
Quizás sea mal pensado, pero creo que hay gente que se empeña en echar aceite a la maquinaria de las donaciones para que luzca su mejor sonrisa y poder contrarrestar la cruda realidad de la Sanidad Pública en España. Y es que siempre que ocurre algo que pone el foco negativo sobre ella, aparece un titular sobre trasplantes para poner buena cara al mal tiempo.
No estoy criticando el tema de los trasplantes, al revés. Es una señal más de que a solidarios y altruistas nos pueden empatar, pero difícilmente ganar. Donar es el mayor acto de amor y solidaridad que se puede tener ya que implica un debate moral en medio de una muerte, en la mayoría de los casos inesperada en alguien al que la muerte le ha llegado sin esperarla.
Pero el día a día de la Sanidad no vive desafortunadamente de la solidaridad de la gente. Vive de los despachos, del intercambio de carteras de Sanidad que se produce y se entrega en manos de personas inexpertas y sin las competencias necesarias para desarrollar la labor de Ministro, de decisiones en fríos despachos de hospitales donde gestores que hacen tiempo que no se ponen la bata ni usan un fonendo se empeñan en hacer números y cuadrar cuentas quitando y restando para que las productividades sigan siendo un ánimo de lucro jugoso por el que hacerse gestor sea un caramelo que haga del código deontológico un juego de niños.
Y es que lo que mide o no el poder de la Sanidad de un país no es el número de trasplantes que se realicen, sino la lista de espera para ser vistos por un especialista, el tiempo que se tarda en hacer una prueba que detecte un tumor, las horas de espera que hay que vencer para que el médico te atienda en Urgencias, los meses que tienes que esperar para que te operen y pongan fin a las dolencias y el sufrimiento que llevas arrastrando o las horas o días que tienes que esperar tirado en una camilla en mitad de un pasillo del Hospital para que te den una cama en planta.
Y por desgracia, todos los años ocurre lo mismo cuando el frío hace acto de presencia y el virus de la gripe muta y aparece en forma de epidemia. En Enero las cadenas de televisión tienen sus noticias cubiertas ya que hablarán de que ha llegado la nieve a los Pirineos, de que España se tiñe de blanco y de que los servicios de Urgencias de nuestros hospitales se colapsan debido a la nueva epidemia de gripe.
¿Pero tiene realmente la culpa la gripe?
La respuesta más fácil sería que sí, pero esto es demasiado simplista como para ser verdad. Es cierto que la gripe hace que aumente el nivel de demanda asistencial aunque esto no siempre está justificado. Y es que a grandes rasgos, la gripe no necesita ir al médico al ser una patología banal y autolimitada cuyos síntomas nos acompañarán unos días pero que desaparecerán sin grandes remedios salvo el reposo y algún antigripal o paracetamol para sobrellevar los síntomas conocidos ya por todos. Ir al médico y a Urgencias tan sólo hace aumentar el riesgo de contagio y estos casos deberían estar reservados para las personas que forman parte de los grupos de riesgo o los casos con mala evolución que sí deberían ir y lo antes posible.
Si quieres saber qué es la gripe ya lo expliqué el año pasado en este blog. En estos últimos 365 días no hemos descubierto nada nuevo para actuar contra esta patología así que puedes leer las recomendaciones que hice sobre la gripe en el siguiente link.
¿Quién debe vacunarse contra la gripe?
Ahora bien, el Sistema está mal planteado ya que si para pasar la gripe te recomiendan quedarte en casa, cubrirte la boca al toser, lavarte bien las manos y guardar reposo, no debes ir a trabajar esos primeros 2-3 días ni como he dicho anteriormente ir al médico, pero necesitas un parte de baja, que tiene que hacértelo tu médico….la pescadilla que se muerde la cola.
Y tampoco va a tener la culpa la gripe en la saturación de los servicios. Ya que este aumento del número de consultas es algo previsible que se repite TODOS los años (semanas antes, semanas después), pero totalmente esperable, así que lo único que demuestra la epidemia es la mala planificación de nuestra sanidad.
¿Entonces la culpa son de los recortes?
Pues tampoco podemos echarle toda la culpa a esta cruz que nos ha tocado cargar. Y es que nuestros hospitales se saturan cuando llega esta epidemia desde que yo tengo memoria, antes de que la crisis y los recortes en Sanidad fueran la lacra de hoy en día. Aunque es cierto que la política de austeridad y los recortes han supuesto la puntilla para unos hospitales que se colapsan por la mala gestión y la NULA planificación. Y es que no consiste en reforzar durante días las plantillas más expuestas a la gripe como la de los servicios de Urgencias añadiendo un par de médicos, enfermeros, auxiliares o celadores, consiste en cambiar el modelo. No consiste en intentar aumentar la boca del sumidero, sino añadir más carriles para que el flujo de pacientes no sature las Urgencias.
Y es que la realidad es que la gripe no es otra cosa que la punta del iceberg. Si normalmente nuestra Atención Primaria y nuestros servicios de Urgencias se ven obligados a trabajar al 110% para cubrir vacantes no cubiertas y turnos cogidos con alfileres, cuando llega la gripe las y los profesionales que están los 365 días al pie del cañón se ven obligados a rendir a un 200%.
Llegados a este punto es necesario hacerse esta pregunta: ¿por qué no toman medidas los responsables de gobernar nuestro sistema sanitario? Si es por miedo al cambio sería un motivo inaceptable; y si es porque existe interés en que nada mejore, sería denunciable.
En Febrero la gripe se irá y los quebraderos de cabeza de estos días quedarán como una resaca mal llevada. Los profesionales acabarán un poco más quemados con menos gotas para llenar el vaso, los pacientes seguirán quejándose en el pasillo o en los debates en la barra de un bar pero seguirán sin reclamar donde tienen que hacerlo y sin tomar las calles para dar empaque a una #MareaBlanca que se necesita cada vez más; y nuestros políticos seguirán buscando la foto en la que salir: quizás inauguren algún hospital que o bien no arrancará o lo hará bajo mínimos, luciendo su mejor sonrisa y diciendo que la culpa de la saturación en las Urgencias es por la gripe, o por el mal uso que la gente hace de ellas, que los recortes impiden reforzar las plantillas y que hay que aguantar, que hasta el próximo año que venga la próxima epidemia de gripe a más de uno se le habrá olvidado la de este año ya que el próximo Enero las noticias de nuevo hablarán que una nueva epidemia de gripe ha llegado y que los pasillos se llenan de camillas en doble fila y pacientes abandonados a su suerte.
“Si quieres algo nuevo, tienes que dejar de hacer algo viejo”
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