Categoría: Enfermedades
Escrito el día 21-diciembre-2018 por Juan Toral
Hay medicamentos con buena prensa y entre ellos se encuentra el Omeprazol, ese famoso “protector de estómago”que vale tanto para un roto como para un descosido. Yo suelo recelar de algo que es útil para todo, ya que hay mucha probabilidad de que en verdad sea útil para nada. La gente le tiene fe a este fármaco que no suele faltar en los botiquines caseros y que muchas personas deciden tomar por cuenta propia.
Las bendiciones del Omeprazol no entiende de clases sociales: altos, bajos, hombres, mujeres, jóvenes, viajes, pobres o ricos…todos ven en este medicamento un aliado que le convierto en todo un must.
¿Y es que cómo no tomarme un Omeprazol si por ejemplo voy a tomar un antinflamatorio o un antibiótico que es agresivo para mi estómago?
Llevo tiempo queriendo escribir este artículo sobre los peligros que existen por el abuso sin justificación de este medicamento y por fin escribo este post, aprovechando las Navidades, fechas propicias ya que debido a los excesos de comilonas, fiestas y bebidas, aparecerá más de un dolor de estómago para el que se autorrecurirá al Omeprazol para aliviar las molestias.
Había escuchado lo de tomar mantequilla o beber una cucharada de aceite antes de salir de fiesta para que las paredes del estómago absorban menos el alcohol, pero la evolución de las tradiciones sanitarias sigue calando en la gente. Hace unas semanas, un amigo mío, con carrera y un puesto de responsabilidad en su trabajo me pidió el favor de que le recetara el “protector de estómago” ya que iba a salir de fiesta y tomarse un Omeprazol antes de salir y otro al acostarse era mano de santopara levantarse sin resaca. Evidentemente no le hice la resaca. A cambio le prometí que escribiría este post donde le argumentaría mi decisión. Así que sin más preámbulos, comienzo mis argumentos.
Cada vez que escucho lo de protector de estómago me imagino soldados peleando dentro de nuestro estómago para no ser atacados por agentes externos. El Omeprazol, en concreto es un IBP (inhibidor de la bomba de protones).
Los IBP sirven para hacer frente al exceso de acidez que hace que se tenga quemazón, dolores en la boca del estómago (epigastrio) y pesadez. El estómago libera ácido para digerir el alimento que ingerimos por la boca, para que de esa manera se puedan absorber los nutrientes y continuar su descenso por los intestinos, donde los nutrientes se aprovecharan y los desechos darán paso a heces para eliminar.
– Aliviar los síntomas del reflujoque pueden dar quemazón (pirosis) o sensación de ascenso de la comida.
– Aliviar una úlceraduodenal o de estómago
– Como tratamiento complementario de lagastritis por Helicobacter pilory
– Aliviar el daño causado en el esófago por el reflujo gástrico
En el informe anual del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad de 2013, el Omeprazol era el medicamento genérico más consumido en España, vendiéndose (con receta) 54,4 millones de envases, a los que habría que sumar los que se vendieron sin receta. Tras él, el siguiente fármaco era el SanParacetamol.
Por lo tanto, una vez que sabemos cuándo está indicado tomar Omeprazol, sabemos cuando no está indicado, que sería en cualquier supuesto que no sea uno de los tres anteriores: no ayuda a la resaca, ni a aliviar una digestión pesada, ni para quitar las nauseas, ni para aliviar los retorcijones, ni para el dolor de estómago en general, ni es el remedio que tiene que tomarse si me voy a tomar un Ibuprofeno para que no se dañe el estómago. Poder comprar un fármaco sin necesidad de receta no le convierte en inocuo. Puede parecer una tontería pero no lo es ya que el abuso mantenido en el tiempo puede tener sus consecuencias para la salud.
El Omeprazol es un recurso “barato”. La caja de 28 comprimidos cuesta 2,42€ o lo que es lo mismo, cada pastilla vale 0,086€ (ni 10 céntimos de euro)
Si leyéramos la letra pequeña que viene impresa en el pergamino que con tanta destreza se esconde dentro de la cajetilla de cada medicamento, no nos tomaríamos ninguna medicación. Al final, nada es inocuo, todo puede tener sus contratiempos así que lo mejor es siempre analizar cada caso: ver riesgos/beneficios, indicación/no indicación y evitar la automedicación.
El Omeprazol no iba a ser menos y en la ficha técnica de este medicamento podemos leer como efectos adversos frecuentes (se dan en 1 a 10 de cada 100 personas que lo toman): dolor de cabeza y síntomas digestivos como diarrea, dolor de estómago, estreñimiento, nauseas, vómitos o flautulencias (gases). Luego hay otro abanico de posibles efectos adversos pero la probabilidad de que ocurra es tan pequeña que ni merece la pena mencionarlos.
Pero lo que sí hay que mencionar es el resultado de estudios que vinculan el uso crónico y descontrolado de Omeprazol con otras patologías más graves.
Se ha demostrado que el abuso de este medicamento puede influir en que nuestro estómago absorba menos Vitamina B12 y esto puede contribuir al desarrollo de demencias.
Además hay estudios que han demostrado que el uso a largo plazo de este fármaco puede terminar desarrollando problemas en nuestros riñones. Aproximadamente, el 80% de la dosis administrada por la boca se elimina por la orina por lo que puede predisponer o empeorar la función renal de ciertas personas.
Y por si fuera poco, además se ha relacionado el uso continuado de Omeprazol con una mayor probabilidad de terminar desarrollando un cáncer gástrico (de estómago). Y parece demostrado que este probabilidad es mayor en función de las tomas semanales y el tiempo que se lleve con las mismas, llegando incluso aumentar x8 en las personas que llevan tomando este fármaco más de tres años seguidos.
Si te parecen pocos los argumentos, te dejo las conclusiones de otros estudios científicos en relación al Omeprazol:
– Su uso crónico parece aumentar la probabilidad de sufrir un infarto de corazón.
– Su uso crónico puede predisponer a la aparición de osteoporosis, y el tener los huesos con menos calcio hace que aumente el riesgo de fracturas de cadera.
– Su uso crónico parece aumentar la probabilidad de desarrollar en el futuro una neumonía.
Y no solo eso: al automedicarnos podemos ocultar una serie de síntomas que pueden ser el origen de alguna patología más seria como un tumor, por ejemplo de páncreas, u otras patologías como problemas en la vesícula. Así que lo ideal antes de tomar este fármaco por cuenta propia es consultar con tu médico, que te haga una buena historia clínica y una exploración y te haga, si necesitas, pruebas, ya que en ocasiones puede haber una infección por la bacteria Helicobacter pilory cuyo tratamiento serían antibióticos y no solo “protectores de estómago”.
El consumo excesivo de Omeprazol no es solo un error de los pacientes, los médicos también tenemos culpa de haber extendido la falsa idea de que el Omeprazol vale para todo. En la actualidad se considera que en torno al 65% de las prescripciones de este fármaco no están indicadas.
Así que es trabajo de todos intentar usar este fármaco cuando de verdad haga falta y no buscar atajos y autoengaños para poner parches a nuestros excesos. No debemos banalizar los riesgos de tomar medicamentos cuando no hacen falta.
En el próximo post hablaré sobre remedios naturales para aliviar la acidez de estómago, algo que si has leído este artículo hasta el final, seguro que te interesará.
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[…] en un post anterior hablábamos sobre los peligros del abuso del Omeprazol, hoy lo complementamos con una serie de remedios frente a la acidez. Y es que lo “fácil” es […]
[…] en un post anterior hablábamos sobre los peligros del abuso del Omeprazol, hoy lo complementamos con una serie de remedios frente a la acidez. Y es que lo “fácil” es […]