Categoría: Curiosidades
Escrito el día 20-octubre-2015 por Juan Toral
– Me duelen las articulaciones, mañana va a cambiar el tiempo
– Hoy estoy fatal del reuma con esta humedad
– Me molesta la cicatriz…mañana llueve
Cuántas veces hemos escuchado estas y otras expresiones por el estilo. Y es que existe la creencia de que con los cambios climáticos y la llegada del frío y la humedad, ciertas personas hacen de presentadores del tiempo y se anticipan a estos cambios de chubascos y borrascas típicos del otoño. Según varios estudio, el 30% de la población siente en su propio cuerpo los cambios de presión atmosférica
¿Pero qué hay detrás de todo esto? ¿Hay aval científico tras estos vaticinios?
Se han descrito meteoropatías en ciertas personas (más casos en pacientes con problemas de artrosis) que ven como su estado de salud y del ánimo se ve influido por cambios térmicos, vientos bruscos o descenso de la presión atmosférica. Esta propiedad se conoce como meteorosensibilidad y la literatura científica y algunas de las revistas con mayor impacto han publicado sobre el tema.
¿Pero qué hay detrás de todo esto? ¿Cómo se puede justificar este fenómeno?
El descenso de la presión atmosférica suele ser la antesala del mal tiempo ya que suele producirse 2-3 días antes de que cambie el tiempo. En las articulaciones tenemos barorreceptores (terminaciones nerviosas que responden y justifican la sensación de dolor) y que responden a cambios de presión sanguínea. Con el descenso de la presión atmosférica que condiciona el mal tiempo, los tejidos se inflaman activando a estos receptores del dolor, por lo que suele ser un indicador “fiable” del cambio del tiempo.
Explicado de otra manera, con la bajada de la presión atmosférica, la temperatura disminuye al mismo tiempo que aumenta la humedad. A nivel de la articulación y en el líquido articular estos cambios de presión suponen la activación de estos barorreceptores que mandan señales de dolor a nuestro cerebro ya que al disminuir la presión, el líquido articular se expande y estimula a estas terminales. Con el frío además, el líquido se vuelve menos viscoso y se produce un acortamiento de los músculos y tendones de las articulaciones, lo que disminuye la movilidad y favorece la sensación de agarrotamiento. Todo se agrava en personas que padecen artrosis ya que sus cartílagos están más gastados, siendo en estas personas más sensibles sus receptores
Se ha llegado a la conclusión de que en primavera y en otoño es cuando más casos se dan, ya que el tiempo es más variante y oscila lo que hace que las personas fotosensibles sufran más estos cambios.
Hay estudios epidemiológicos realizados a pacientes reumáticos donde se llegó a la conclusión de que hasta un 70% de los encuestados aumentaban el dolor en relación con los cambios de tiempo.
Por lo tanto, parece tener sentido escuchar y tener en cuanta la opinión de alguien que nos diga que mañana va a llover porque le duelen sus huesos…yo al menos saldría a la calle con paraguas.
BIBLIOGRAFÍA
Strusberg I. Mendelberg R. Serra H et all. Influence of weather conditions on rheumatic pain. The Journal of Rheumatology 03/2002; 29(2):335-8
Vergés J, Montell E, Tomás E et all. Weather conditions can influence rheumatic diseases.Proc West Pharmacol Soc. 2004;47:134-6
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