Categoría: Enfermedades
Escrito el día 20-junio-2016 por Juan Toral
Con la llegada del verano y el calor se acentúa un problema que para muchas personas puede ser un importante contratiempo que puede incluso afectar a su forma de relacionarse con los demás. Y es que el olor de pies es un problema tan cómico como serio que sufren muchas personas como demuestran las estadísticas ya que se calcula que 2 de cada 10 personas sufren este mal, aunque es muy probable que las cifras sean mayores ya que en muchos casos, por vergüenza no se consulta.
Con el verano sudamos más y esto hace que el olor de pies se pueda acentuar. Así que hoy intentaré explicar los motivos por los que huelen los pies y sobre todo, cómo podemos aliviar este desagradable síntoma.
Científicamente, el mal olor de los pies se conoce como podobromhidrosis. Y aunque siempre se suele relacionar con la falta de higiene no siempre es así, ya que aunque fundamental, la higiene a veces no basta para eliminar el mal olor de pies. Suele ser una sensación desagradable para quién lo huele, pero sobre todo muy vergonzoso para quién lo sufre ya que en ocasiones, ni aún intensificando el lavado y la higiene se consigue solucionar el problema, lo que puede generar situaciones desagradables.
CAUSAS DEL MAL OLOR DE PIES
En nuestra piel tenemos un alto número de bacterias que ven en el sudor el caldo perfecto y las condiciones “ambientales” idóneas para habitar y crecer. Al entrar en contacto estos microorganismos con el aire, se descomponen provocando el olor desagradable. No es el sudor en sí el que huele, sino los productos químicos que forman estas bacterias. La constante humedad que tienen nuestros pies son el ecosistema perfecto para el cultivo de estas bacterias.
La unión de los pies donde hay un alto número de glándulas sudoríparas, los zapatos y el sudor es el sustrato ideal para que muchas de estas bacterias se “alimenten” produciendo en el proceso una serie de compuestos químicos que dan el desagradable olor.
Las principales tres reacciones químicas que influyen en el característico mal olor de pies serían:
– Metanotiol: se forma a través de las células de piel muerta y da el olor a queso
– Ácido propanoico: hace que el olor anterior sea más agrio
– Ácido isovalérico: potencia los efectos anteriores.
La falta de transpiración con calcetines y zapatos agrava aún más el problema ya que como he dicho anteriormente, esto predispone aún más a que estas bacterias campen a sus anchas.
Entre las causas que pueden acentuar el problema del olor de pies se encuentran aquellas que hacen que estas bacterias proliferen aumentando la probabilidad de producir compuestos químicos que dan el olor a queso. Entre las causas podemos destacar:
– La alimentación: hay que evitar el consumo de grasas saturadas
– Sobreinfección por hongos: hay que evitar la humedad en nuestros pies
– Cambios hormonales: la adolescencia es un periodo clave donde se dan más casos de mal olor de pies
– Alteraciones metabólicas: gente con problemas de tiroides o azúcar pueden tener más predisposición a sufrir mal olor de pies
– El estrés también predispone a este problema
– En ocasiones el motivo del olor de nuestros pies puede deberse a la toma de algunos medicamentos por lo que puede ser útil que un médico supervise nuestro tratamiento.
TRATAMIENTO PARA EL MAL OLOR DE PIES
Partiendo de la base de que el olor de pies en sí no es una enfermedad pero sí un problema de salud para la persona que lo sufre, citaremos una serie de medidas para intentar aliviar el desagradable olor.
Antes de entrar en detalles, se recomienda seguir una serie de medidas higiénicas entre las que hay que citar el empleo de jabón con poder antibacteriano, eliminar la piel muerta (se puede utilizar piedra pómez), utilizar calcetines de algodón finos, ventilar nuestro calzado y usar polvos que se venden en farmacias a modo de desodorante en los pies.
Los remedios dependerán del grado de sudoración y de la carga bacteriana en nuestros pies. De manera esquemática, podemos ir utilizando las siguientes medidas en forma de tratamiento:
– Higiene: puede resolver ciertos casos. Como hemos dicho en el párrafo anterior se aconseja lavarse los pies a menudo y utilizar jabón antibacteriano. Con esta medida se puede resolver un alto número de casos de mal olor, pero en ocasiones no es suficiente por lo que no se puede estigmatizar a la persona que le huelen los pies como alguien que no cuida su higiene.
– Pomadas y/o polvos antibacterianos: existen muchos productos de venta en farmacia cuya finalidad es actuar eliminando las bacterias que son las causantes de crear los productos químicos que son los que crean el mal olor.
– Usar antitranspirantes locales: con el fin de atajar el sudor
– Fármacos anticolinérgicos: en ocasiones hace falta medicarse para intentar poner freno a este problema. Este tipo de fármacos obstruyen las glándulas sudoríparas por lo que intentan frenar la cantidad de sudor
– Bloqueos selectivos con toxina botulínica: suele ser un remedio temporal. Con el famoso botox, se inhibe temporalmente (durante unos meses) la transpiración
– En casos en los que no consigamos resolver el problema se puede terminar necesitando pasar por quirófano con el fin de eliminar las glándulas sudoríparas ecrinas o incluso realizar una simpatectomía
PREVENIR MEJOR QUE CURAR
Siempre hemos escuchado que prevenir es mejor que curar. Quiero terminar esta entrada veraniega con una serie de consejos que seguro nos serán útiles para intentar evitar que se produzcan las condiciones ambientales (climáticas) y locales (en nuestros pies) para que el mal olor sea protagonista.
Entre las medidas que debemos intentar seguir hay que destacar:
– Lavado diario de nuestros pies, incluso varias veces al día
– Cuidar la higiene entre nuestros dedos ya que muchas veces olvidamos estas áreas que son donde más suciedad y humedad puede llegar a acumularse
– Hay que cuidar la salud de nuestras uñas con una buena higiene y un cuidadoso corte ya que también pueden ser un foco de bacterias
– Utiliza desodorantes para “perfumar” tus pies. El polvo de talco puede ser una buena y económica opción
– A la hora del lavado de pies puedes probar a echar una cucharada de bicarbonato al agua
– Se aconseja estar descalzo cuando puedas para evitar la humedad del calzado y el calcetín.
– Usa calzado que transpire. Desestima el uso de gomas ya que no dejan salir el sudor. En verano se aconsejan las chanclas y sandalias ya que nuestros pies así van al descubierto
– En baños públicos hay que usar chanclas para evitar la infección por hongos
– Usa sprays con poder antibacteriano para el interior de nuestros zapatos para eliminar de esta manera la presencia de bacterias.
– No usar siempre el mismo calzado. Es importante que se ventilen
– En relación a medias o calcetines hay que evitar fibras sintéticas. Lo ideas serían tejidos transpirables como el algodón, la lana o la seda.
Si este artículo te ha resultado interesante, quizás también te pudiera interesar estos dos que se publicaron anteriormente en este web
¿Por qué unas personas sudan más que otras?
Como siempre digo, compartir salud es regalar vida. Si la información que has leído te ha resultado interesante comparte el artículo en tus redes sociales
Consulta online
Deja un comentario en la web
Deja una respuesta