Categoría: Enfermedades
Escrito el día 06-septiembre-2021 por Juan Toral
Dice el refrán que a perro flaco todo son pulgas. Pues algo pasa cuando estamos con un catarro que tras un largo día de malestar y moco intentamos irnos a la cama y nos resulta casi imposible conciliar el sueño porque la tos que a lo largo del día hemos tenido en momentos puntuales, llega para quedarse como una banda sonora de insomnio y tortura. Y es que seguro que te resulta familiar esta circunstancia y es que de noche, no solo los gatos son pardos, sino que la tos se hace mucho más intensa y desesperante. ¿Pero por qué pasa esto?
Antes de entrar en detalle, quiero recordarte brevemente qué es la tos y por qué aparece. En su día ya tratamos este tema en este blog y dimos los mejores remedios (dejo el enlace por si quieres recordarlos).
Pero antes de entrar en detalle, ¿cómo se te queda el cuerpo si te digo que la tos es un aliado que tenemos? Efectivamente, por molesta que llegue a ser, la tos es un mecanismo de defensa que tiene nuestro organismo para en primera instancia, intentar despejar nuestras vías respiratorias. Hay que desmitificarla y bajarle de escalón ya que la tos no es una enfermedad, sino un síntoma.
La tos es un reflejo inconsciente que se desencadena cuando los receptores que tenemos distribuidos por nuestro aparato respiratorio (sobre todo en la garganta) entran en contacto con estímulos inflamatorios, ambientales, químicos o infecciosos, mandando una señal a nuestro cerebro para que el aire se expulse a una mayor velocidad tras el cierre brusco de la glotis que se produce tras la contracción de los músculos torácicos y abdominales (mediados por el diafragma). A modo de resumen, la tos pretende eliminar cualquier resto de secreciones o agentes irritantes que haya en las vías respiratorias.
Una vez que sabemos qué es y qué misión tiene, toca dar paso a la pregunta del millón
Cuando tenemos una infección respiratoria (sea un simple catarro, una bronquitis, sinusitis, gripe o lo que sea), se produce una formación de moco debido a la inflamación de la mucosa de las vías respiratorias superiores (zona de la nariz y boca). Esta mucosidad localizada a ese nivel se conoce como rinorrea posterior y al tumbarnos, por la postura y el efecto de la gravedad, el exceso de moco acumulado en la nariz cae hacía atrás, por detrás de la faringe, sobre la zona de la campanilla (úvula) irritando mucho la garganta y desencadenando una tos nocturna persistente.
Además de ser más persistente, la tos nocturna suele ser más seca ya que por la propia postura, al toser nos cuesta movilizar más las secreciones y por lo tanto no conseguimos expulsar las flemas.
Pero, además, la noche suele traer consigo ambientes más húmedos y fríos al esconderse el sol. Esta condición atmosférica, predispone a la irritación de la mucosa de la nariz de la nariz y la garganta y, por lo tanto, a una mayor producción de moco, por lo que el círculo vicioso de la rinorrea posterior se acentúa.
Está más que comprobado que un buen descanso facilita a que nuestro sistema inmunitario trabaje mejor, por lo que si estamos con una infección respiratoria y encima no descansamos bien, la recuperación puede alargarse algo. Por este motivo además de por evitar las molestias de irritación, dolores abdominales por el esfuerzo, irritación y desesperación de la persona que puede compartir habitación contigo, conviene saber qué se puede hacer para mejorar la tos nocturna
Antes de entrada quiero no engañarte. Cuando en la Farmacia venden millones de productos para mejorar un síntoma, es más que probable a que se deba a que ninguno es efectivo. Algo así pasa con los remedios frente a los mocos o la tos. En la Farmacia, de venta libre, puedes comprar múltiples productos, pero su eficacia es limitada. Y aunque por intentar buscar un remedio en forma de medicamento que te vaya especialmente bien (a cada persona le puede ir mejor o peor con las diferentes opciones), me quiero centrar en remedios naturales que puedes intentar:
Seguramente te des cuenta que cuando tomas una sopa muy caliente, o algo muy picante, se te puede terminar cayendo el moquillo por la nariz. Hay un slogan que dice que “somos lo que comemos”. Y es que efectivamente, hay alimentos que deberías evitar durante un catarro o proceso respiratorio, ya que ayudan a la formación de mucosidad. Si estás con tos, intenta evitar productos lácteos (leche, queso, yogurt), harinas, alimentos ricos en grasas o en azúcar.
Pero al igual que hay alimentos que predisponen a la formación de mucosidad, hay otros que por su efecto antioxidante pueden ayudar a suavizar la tos, como, por ejemplo: frutas, cítricos, verduras, hortalizas, te, sopas, infusiones, cremas, y especias como la cúrcuma o el jengibre.
En ocasiones la tos nocturna puede agravarse por situaciones como asma o alergias ambientales, por lo que, si se prolonga, conviene que consultes con tu médico, para que analice tu tos ya que en ocasiones puede ser necesario ampliar el tratamiento con algún fármaco inhalado o un antihistamínico.
Ahora que ya sabes qué es la tos, por qué se intensifica por la noche y has leído sobre los mejores remedios, quiero aprovechar para cerrar este artículo con las señales que pueden acompañar a la tos y que deben hacernos consultar con nuestro médico (o conmigo a través de mi consulta online)
Es inevitable que te resfríes y tengas tos, pero espero que tras leer este artículo, tengas herramientas para al menos pasar mejores y menos sonoras noches de toses.
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