Categoría: Curiosidades
Escrito el día 19-junio-2017 por Juan Toral
En torno a la comida siempre hay un debate. En unos tiempos donde la figura corporal es interpretada por muchas personas como pieza clave para el éxito, lo cierto es que conviene recordar lo importante que es alimentarse bien.
Personalmente creo que la felicidad no tiene que estar en torno al número de talla de cintura y que debemos alimentarnos bien sin obsesionarnos pensando en gramos o kilogramos sino en salud y bienestar.
A raíz de mi paso por el programa de supervivencia La Isla y tras enfrentarme a tantos días de malnutrición he querido indagar sobre el tema y compartir los efectos de nuestro organismo cuando nos alimentamos menos de lo que necesitamos para desarrollar las funciones diarias.
Antes de empezar te aconsejo que si lo que quieres es perder peso te pongas en manos de un especialista ya sea un médico, un endocrino o un nutricionista ya que buscar dietas milagros o resultados inmediatos suele dar a la larga resultados no deseados.
¿Sabes que ocurre en el organismo cuando no comemos?
Nuestro organismo se alimenta de glucosa que se obtiene de los alimentos que consumimos diariamente y aporta la energía necesaria para que realicemos las funciones.
Durante las primeras horas sin ingerir alimento nuestro cuerpo hace uso del glucógeno que tiene almacenado en forma de previsiones y lo descompone en glucosa que será utilizado por nuestras células como combustible. Con esta energía nuestro cerebro, nuestros músculos y el resto de órganos obtienen las “fuerzas” necesarias para realizar las actividades.
En condiciones normales, al comer utilizamos la glucosa de los alimentos como fuente de energía y la que sobra nuestro cuerpo la almacena en forma de glucógeno (normalmente en el hígado y los músculos) para tener reservas energéticas.
Si prolongamos el ayuno nuestro cuerpo se va quedando sin las reservas de glucógeno y empieza a aparecer estímulos negativos como el mal humor y la sensación de tener hambre.
Pero ante la falta de alimento nuestro cuerpo intenta seguir obteniendo energía. Por eso, cuando ya no nos queda glucógeno (6-72 horas) el organismo empieza a tirar de las grasas y utiliza las cetonas. Este proceso se llama cetosis. Estas cetonas que se obtienen de los ácidos grasos almacenados aunque dan energía no lo hacen en igual medida y además da productos tóxicos para nuestro organismo y los restos que se forman al metabolizar estas cetonas se comienzan a almacenar en nuestro cuerpo y nuestra mente empeorando la función cognitiva como la concentración, la memoria o nuestra capacidad de reacción. Ya no tenemos glucosa para nuestro cerebro, que además intenta adaptarse a esta situación y baja su funcionamiento, lo que explica estos síntomas anteriores y otros como cefalea, somnolencia, apatía o el cansancio.
Si prolongamos el ayuno más de 3 días el cuerpo empieza “a comerse” a sí mismo para buscar energía y para ello comenzamos a utilizar las proteínas que suelen estar en nuestros músculos. No solo se consumen proteínas sino también vitaminas y minerales. Llegado a este nivel los huesos también sufren y en las mujeres por ejemplo se afectan ciclos como la menstruación que puede cambiar o desaparecer si se prolonga el ayuno. Los productos de desecho de estas proteínas pueden afectar a órganos como el hígado o los riñones lo que empeoraría aún más el cuadro.
A la semana sin comer, las defensas de nuestro cuerpo empiezan a fallar y con él nuestro sistema inmunológico por lo que estamos mucho más expuestos a sufrir alguna infección o desarrollar una enfermedad.
Nuestra capacidad de adaptación depende en parte de las reservas que nuestro organismo tenga en forma de grasa. Pero al pesar más también tenemos un mayor gasto debido a que el metabolismo basal está aumentado. Por lo tanto, lo ideal será evitar ayunos prolongados para impedir que las reacciones desesperadas que se producen en nuestro cuerpo para buscar energía cuando no metemos alimento se pongan en marcha ya que al final, se pone en riesgo la salud y la vida ya que ante situaciones prolongadas de ayuno el corazón puede fallar y sufrir arritmias o un paro cardiaco
Salvo que estés en una situación de extrema urgencia como nosotros lo estábamos en La Isla donde no había alimento, dejar de comer no es opción. Si lo que quieres es perder peso, lo ideal será llevar una dieta correcta y realizar ejercicio con regularidad para mantener un peso saludable. Si no nos alimentamos correctamente nuestra calidad de vida disminuye, por lo que es importante consumir alimentos ricos en vitaminas, minerales, proteínas, carbohidratos, antioxidantes para estar saludables y poder cumplir el reto más grande que tenemos, vivir la vida.
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