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Qué son los mocos y cómo tratarlos

Categoría: Enfermedades

Escrito el día 11-marzo-2016 por Juan Toral

No puedes respirar, la voz se vuelve gangosa, tienes la nariz irritada de tanto sonarte con el pañuelo… Seguro que conoces la desagradable sensación de los mocos, esos gelatinosos compañeros de viaje que periódicamente toman el protagonismo de nuestras fosas nasales.

En este sencillo videotutororial intentaremos aclarar qué son y por qué se producen los mocos.

 

¿Qué son los mocos?

Aunque todos sabemos de primera mano qué son, conviene aclarar científicamente la razón de ser de su existencia. Los mocos provienen de la mucosidad o mucus, que es una capa fina y pegajosa que recubre la pared interior de la nariz.

Como suele decirse, la naturaleza es sabia y nuestro cuerpo también. Y es que la razón de ser de los mocos es cumplir una misión protectora hacia nuestros pulmones y sistema respiratorio. Cuando respiramos, inhalamos numerosas pequeñas partículas (polen, polvo, gérmenes…). Si no hubiera ningún mecanismo de barrera, estas sustancias podrían llegar a los pulmones y producir una infección. Los mocos cumplen esta misión, la de atrapar estas sustancias y retenerlas en la nariz. El moco rodea estas partículas junto a los pelos de la nariz siendo el origen del moco, siendo la primera línea defensiva de nuestro organismo.

Si damos una explicación más científica, la mucosidad se produce por las células caliciformes, en el aparato de Golgi y en el retículo endoplasmático. Está compuesto de altas concentraciones de anticuerpos y tiene una mezcla de glicoproteínas y de proteoglicanos, con funciones protectoras en el organismo.

Si nos adaptamos a la fisiología, tener mocos es sinónimo de un buen funcionamiento de nuestro organismo.

El principal desencadente de los mocos es el rinovirus, aunque se han identificado en torno a 200 infecciones víricas que pueden ser también responsables. En función de dónde se localice la inflamación y el acúmulo de mocos podremos distinguir: rinitis (nariz), faringitis (garganta), bronquitis (bronquios)

¿Sabías que generamos cerca de un litro de mocos al día?

¿Por qué se forman los mocos?

Como acabo de adelantar, tener mocos es algo natural y biológico. Pueden cambiar de forma, color, textura y olor pero las causas suelen ser las siguientes:

· Virus: como comenté antes, el rinovirus es el principal causante y es el responsable del resfriado común. Estos virus atacan a nuestras membranas nasales y nuestro cuerpo responde generando un exceso de mocos para intentar expulsarlo

· Frío: en ambientes con temperaturas bajas, nuestro organismo intenta calentar el oxígeno para que no entre muy frío. Para ello activa las terminaciones sanguíneas nasales para calentar la zona de entrada de este aire frío. Al calentarse el aire, se generan mocos en la nariz.

· Reacciones alérgicas: como mecanismo de defensa, nuestro organismo se activa para eliminar estas sustancias alérgicas. Además del moco, es característico que se acompañe de estornudos

· Llorar: el llanto también estimula la membrana nasal y hace que el moco también se estimule

Remedios caseros para eliminar los mocos

Al ser bastante molestos, siempre conviene saber algunos “trucos” para intentar descargar nuestras fosas nasales de estos “intrusos”. Lo ideal es intentar tratar lo antes posible ya que a medida que las mucosas se irritan, mayor es la mucosidad que generan y si se acumulan, se pueden endurecer y complicarse

Aquí pongo algunas recomendaciones que pueden resultar útiles:

· beber bastante líquidopara reblandecer el moco

· los ambientes húmedos alivian: los humidificadores pudieran ser una buena opción. Otra opción casera podría ser vaho de eucalipto. Para ello, hervimos una taza de agua y cuando esté en ebullición le añadimos unas gotas de aceite de eucalipto. Luego nos tapamos la cabeza con una toalla delante del cazo con cuidado de no quemarnos e inspiramos el vapor. debes colocarte delante del cazo, con cuidado de no quemarte, tapándote con una toalla la cabeza e inspirando el vapor.

· usar agua de mar o en su defecto cualquier producto similar de venta en farmacias. Una buena opción casera podría ser hacer una mezcla bicarbonato de sodio, agua y sal.

· otra opción sería la de hacer un jarabe casero con cebolla y miel que además de mejorar los mocos suaviza la tos. Se corta una cebolla en pequeños trozos y se añade dos cucharadas soperas de miel mezclándose bien y dejándolo 10 horas macerar

Farmacología para la mucosidad

Si llegado a este punto no has conseguido eliminar parte de los mocos, existen ciertas fórmulas en la farmacia en forma de medicamentos que pueden resultar de utilidad. Son los demandados mucolíticos y expectorantes

Los mucolíticos son fármacos que modifican las características fisicoquímicas de la secreción traqueobronquial de forma que la expectoración resulta más eficaz y cómoda. Los expectorantes son fármacos que activan la expulsión del esputo, bien aumentando su volumen hídrico o bien estimulando el reflejo de la tos. Dentro de los mucolíticos, Bromhexina, ambroxol y N-acetilcisteína son los que presentan mayor eficacia.

Pese a que la utilización de los mucolíticos y expectorantes se halla extraordinariamente extendida, no se ha podido demostrar su eficacia en la enfermedad broncopulmonar. Y los escasos estudios que hay en torno a N-acetilcisteína y el ambroxol han generado mucha controversia respecto a su validez.

MEDIDAS GENERALES QUE TENEMOS QUE RECORDAR:

– La hidratación es el mucolítico más poderoso. Por eso, es importante aconsejar la toma de 1,5 a 2 litros de líquido diarios. La ingestión de zumos de fruta, infusiones o agua hidrata los pulmones y facilita la formación y liberación de moco. Las bebidas calientes tienen efecto suavizante.

– La humidificación del entorno a una temperatura entre 18-20 oC es de gran utilidad. La inhalación de vapor de agua con eucalipto, romero, saúco o lavanda ayuda a licuar las secreciones pulmonares. Evitar ambientes de aire seco, recomendar el uso de humidificadores para niños y personas con problemas respiratorios.

– Se han de evitar las inhalaciones de polvo, tabaco, humo y, en lo posible, los cambios bruscos de temperatura.

– Practicar ejercicios respiratorios y posturales.

– En la tos seca no persistente puede ser suficiente el uso de demulcentes como miel, jarabes de acacias o regaliz, que cubren la mucosa de la faringe aliviando la irritación.

– Limpieza nasal periódica (con suero fisiológico o agua de mar isotónica y un aspirador nasal), sobre todo en lactantes, ya que el moco tiende a acumularse en la parte posterior de la nariz.

– Tratamiento de la infección si existe.

Si te has preguntado alguna vez por qué cambia el color de los mocos, pincha aquí y encontrarás las respuestas

BIBLIOGRAFÍA

Martín Aragón S., Benedi J. Farmacoterapia mucolítico-expectorante. Farmacia profesional.  Vol 18 Núm 1 (44-48), 2004.

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