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Queridos Reyes Magos

Categoría: Reflexiones

Escrito el día 03-enero-2014 por Juan Toral

Queridos Reyes Magos, otro año más se acerca el mágico momento donde su llegada convierte en realidad muchos de los sueños que aún tenemos. Este año será diferente ya que no podré dormir en mi cama donde les he esperado durante mis veintinueve 6 de Enero vividos; este año tocará salir de guardia, terminar de hacer maletas y montarme en el avión para cruzar el Oriente imaginario que conecta las Palmas con mi casa, en el trayecto LPA-Sevilla-Úbeda.  Y así llegarán las 21:00h aprox y veré el pasillo de mi casa lleno de zapatos de niños y mayores que jamás dejaron de creer en la magia de estas fechas, en vasos de añis, coñac y agua para que Melchor, Gaspar, Baltasar y el séquito real se hidrate en su paso por mi casa, hasta llegar finalmente al portal de mis padres, a su dormitorio, donde la algarabía ruidosa que se convierte en música celestial de los gritos de mis sobrinos esperará impaciente, si a esas horas aún se han resistido a abrir los envoltorios que llevan sus nombres.

Queridos Reyes Magos, gracias por regalar momentos como estos. He comenzado a escribir la carta sin saber exactamente que iba a escribir en ella…pero creo que más que una carta para pedir regalos, será una carta de agradecimiento. Gracias por la profesión que tengo, para mí la más bonita del mundo, cosa que todo el mundo que ama su profesión, sea cual sea, compartirá. Gracias por además dejarme trabajar en lo que me gusta y con lo que me siento realizado como persona: hay días y sobre todo noches malas, muy malas, donde uno llega a replantearse cómo el cuerpo y la mente serán capaces de sacar adelante a todos los pacientes que se amontonan en tu consulta, en esa lugar que es Urgencias que nunca duerme, que siempre está de jornadas de puertas abiertas, pero siempre que termino mi jornada laboral me voy con alguna espinita clavada, pero con el deseo de volver al siguiente turno e intentar dar lo mejor de mí. Quiero también agradeceros la tremenda suerte que tengo, ya que primero, tengo trabajo que no es poco, pero es que además tengo “estabilidad” (acabo de firmar 6 meses) y un sueldo que reconoce mi responsabilidad. Sigo leyendo a mis compañeros andaluces, a grandes profesionales que no pueden trabajar en su tierra, que son recortados al 75 o al 33% sin derecho a réplica y por un sueldo que infravalora la labor del sanitario (muy por encima de la función del político de turno), uno de los puntales de la sociedad, ya que sin salud, estamos perdidos, y siento que Andalucía no se ha convertido en la excepción, sino en la norma a seguir.

Aunque “emigrar” no es fácil, siempre he tenido suerte en mis destinos y eso es motivo también de agradecer. Tan ubetense de Úbeda como soy, descubrí los encantos de Granada, me enamoré de Málaga que me trató como mi hogar durante 4 años, pero ahora he vuelto a redescubrir el paraíso en mi nuevo destino, Las Palmas de Gran Canaria, la ciudad de los eternos veintitantos grados, de la gente noble y cariñosa donde uno tiene la suerte de tener grandes compañeros de trabajo, amistades y compañeros de deporte que alegran el día a día.

Tengo una familia plural y multicultural donde a los tíos o primos de toda la vida, se amplían tentáculos desde Madrid, Barcelona o Perú para tener más brazos para abrazarnos. Tengo a un padre que es ídolo, a una madre multiusos que no tiene precio al convertir lo excepcional en rutinario, a una hermana y un cuñado que además de quererme han concebido a dos estrellas tan opuestas en su estética, como similares en su belleza, Javier y Aitana, los niños de mis ojos que veo crecer por fotos, vídeos y conversaciones por videoconferencia, pero que pese a ello percibo que se acuerdan de mí, casi tanto como yo de ellos. Y también está Aylin, la princesita que se merece un castillo, y la rudeza de Eduardo que le hace ser tan noble. Tengo una familia política trabajadora, educada y cariñosa y una novia que es más que eso, es la perfecta compañera de viaje.

Llegado a este punto, me doy cuenta que pedir algo para mí sería muy egoísta, así que este año voy a descargarles en la responsabilidad de dejarme algo en su paso por mi casa. Este año no pediré el libro de turno, el complemento deportivo de rigor, la camisa que siempre viene bien…Este año pediré para que la suerte cambie realmente en el 2014. Para que el mundo que está loco empiece a sanarse, para que pase como en las películas y los malos terminen perdiendo: políticos sin escrúpulos que se llenan los bolsillos sin que se le caiga la cara de vergüenza, banqueros que mueven los hilos de naciones y familias, prensa para nada independiente que oculta más que enseña, a las familias de sangre azul que se creen la mentira sobre la que edificaron sus vidas, mientras distraen las miserias personales (Marichalar, Urgandarín, Froilán, la implicación de la Infanta, Corina, los continuos tropiezos y resbalones de un Rey aferrado a su corona…), ladrones, defraudadores, delincuentes que matan con la impunidad que concede Estrasburgo…

Quiero pedir por la gente que venía pasándolo mal pero que en 2013 las ha pasado canutas. Gente que no encuentra trabajo, que pierde pisos por no poder pagar la hipoteca, que no tienen para alimentar dignamente a su familia, niños que crecen sin la chispa ni la alegría de antaño. Por los maestros y profesores que resisten el asedio del tertuliano Wert que creyó que su cartera de servicios era un plató de TV de los que antaño frecuentaba para dar su opinión sobre puntos de vista tan criticables como los que él ha promovido. A enfermeros y enfermeras que aquí no nos pueden cuidar y tienen que irse a Reino Unido. A físicos, químicos, matemáticos…a todas esas mentes brillantes que para nada son valoradas en este país de pandereta que proclama Reyes a Belén Esteban y Paquirrín y que tienen que marchar a Alemania para intentar encontrar el plató de los huevos de oro. A gente emprendedora y con talento, a los valientes de las PyMES, a los currantes de toda la vida que trabajan de sol a sol, a las amas de casa que marcan el tempo del mundo, a los solidarios que nos hacen ser líderes mundiales en trasplantes, que se involucran en catástrofes como las del accidente de Santiago, o en la recogida de alimentos donde todo el mundo encuentra en sus debilitadas despensas para ayudar al que no tiene nada. A las personas mayores, que lejos de disfrutar de su merecida jubilación se encuentran asfixiados al verse obligados a ayudar económicamente a sus hijos y nietos. A la profesión sanitara que es la que me toca de cerca, por pese a ser recortados, en contratos, derechos y sueldo, no ceden en su empeño de atender al paciente de la mejor de las maneras posibles. Y también pedir por los políticos decentes, que deben existir, personas que ocupan su cargo para ayudar a la urbe que es el pueblo a la que se deben sin importar lo que votara cada uno.

Y quiero sobre todo pedir por los míos, que sigan teniendo salud, que no ocurra ninguna desgracia en modo de accidente, infarto, cáncer, demencia…porque la vida puede cambiar en un simple segundo y es una suerte contar con salud y que la gente a la que quieres disfrute de ella. Y por Carlitos esperando que venga con un pan bajo el brazo y una sonrisa eterna. Y también pedir por mi compadre Walter para que por fin encuentra trabajo en Úbeda o sus alrededores, para que Aylin y Eduardo puedan seguir creciendo con esa sonrisa que derriban muros y hacen lo imposible posible.

Y entre las peticiones por los míos, estás tú, que ocasional o periódicamente te pasas por esta web para ver algún videotutorial o para leer algún calentón político o reflexión personal.

Que este 2014 nos trate como nos merecemos, y que los Reyes, en su inminente llegada, nos dejen luz, paz, trabajo y salud para seguir disfrutando de la vida.

Posdata: mamá, aquí tienes la carta de todos los años

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