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Escrito el día 23-enero-2022 por Juan Toral
Corría el año 2012, estaba cerca de terminar la residencia y comencé a escuchar por primera vez el artístico término Da Vinci. La especialidad de Urología en Málaga había comenzado a usar este novedoso aparato y los residentes me hablaban maravillas del robot da Vinci: grandes resultados, mínimamente invasiva, acortaba los tiempos de recuperación…el futuro de la cirugía robótica que venían anunciándonos desde hace tiempo ya había llegado.
Imagina disponer de un aparato que mejore cualitativamente los resultados de una cirugía, de un sistema que mejore con creces la pericia de las manos de incluso el/la cirujano/a más experimentado. Ahora deja de imaginar, esto ya es una realidad y es que el robot da Vinci consigue esto y más. Y es que esta revolucionaria tecnología, permite traducir y mejorar la precisión de las manos del/la cirujano/a a través de un brazo robótico, que puede ser útil ya sea para abordar una cirugía abierta tradicional o bien para una intervención laparoscópica. Con da Vinci se pueden hacer intervenciones muy complejas y delicadas mediante incisiones muy pequeñas, con una precisión asombrosa. Todo esto, hace que, a través de este tipo de cirugía robótica, se obtengan numerosos beneficios:
Pero, ¿cómo funciona realmente? Aunque dicen que las máquinas terminarán relevándose a las personas, de momento, el robot da Vinci ha supuesto una revolución que salva vidas y mejora la calidad de vida de los pacientes que se benefician de sus múltiples beneficios. Es un equipo de alta tecnología que ni opera ni toma decisiones de forma autónoma, sino que siempre “actúa” según las indicaciones que da el/la cirujano/a, que, desde una consola de visualización de alto rendimiento en tres dimensiones, dará las órdenes a los brazos del robot que reproducen exactamente e incluso mejoran los movimientos de la mano quirúrgica más entrenada, gracias al material instrumental que se emplea: gracias a este técnica de alta precisión se elementa cualquier interferencia en el campo quirúrgico, temblores e incluso aumentando el ángulo de movimiento posible. Todo esto hace posible que a través de la robótica da Vinci se puedan realizar intervenciones quirúrgicas complejas con más garantías y mejores resultados que los que se suelen obtener en una cirugía abierta tradicional y también en una laparoscópica.
Visualmente, este tipo de operación es muy curiosa ya que la persona que opera, se encuentra sentado cómodamente en una consola, mientras manipula los brazos del robot y visualiza tridimensionalmente el interior de la persona que está siendo operada.
Su utilidad es amplia y en la actualidad, su uso cada vez es más extendido en las especialidades de urología, ginecología oncológica o cirugía general, donde suele dar grandes resultados para intervenciones abdominales.
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