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Síndrome de Sudeck

Categoría: Enfermedades

Escrito el día 08-diciembre-2015 por Juan Toral

La medicina está llena de retos en forma de diagnósticos y patologías que no terminan de estar claras y que afectan a las personas que sufren sus consecuencias. Uno de esos diagnósticos en forma de enigma es el síndrome de Sudeck, también conocido como distrofia simpático refleja (DSR) o síndrome regional doloroso complejo (SRDC).

En esta entrada hablaremos sobre esta patología para intentar dar algo de luz a la penumbra en la que viven las personas que la sufren.

El síndrome de Sudeck es una dolencia multisintomática y multisistémica que suele afectar a una o más extremidades, pero pudiera afectar a cualquier parte del cuerpo. En el 50% de los casos se desencadena tras un traumatismo como podría ser una fractura en la que no se sigue una cicatrización normal y se daña el nervio, pero en otro gran número de casos se desconoce el motivo. Entre el conjunto de posibles causas se encuentra infarto cardiaco, lesiones neurológicas, infecciones, cirugías previas,…

Lo que parece demostrado es que no se cumple la lógica a mayor magnitud del daño, mayor grado de Sudeck ya se han dado casos de que pequeños impactos terminen alterando el sistema nervioso simpático, que se encuentra hiperestimulado en estos pacientes.

La ciencia no dispone de pruebas para diagnosticar este síndrome por lo que es la clínica quién termina poniendo el nombre a la enfermedad. Hay que estar atento porque es muy importante hacer pronto el diagnóstico para evitar su extensión ya que con una correcta rehabilitación se conseguirá aumentar la movilidad, mejorar el dolor y minimizar la deformidad.

El origen de los síntomas no queda del todo claro aunque se ha demostrado que en estos pacientes el sistema simpático se mantiene hiperactivotodo el tiempo. Teóricamente, esta actividad sostenida del simpático en el lugar de la lesión causa una respuesta inflamatoria que hace que los vasos sanguíneos tengan espasmos continuos, produciéndose así más inflamación y dolor, creándose un círculo vicioso.

CLÍNICA

Como acabamos de decir, los síntomas son los que nos llevarán al diagnóstico, por lo que hay que tenerlos muy presentes para consultar en caso de que se cumplan y actuar en las fases iniciales. La clínica característica sería:

Dolor

De intensidad desproporcionada a la magnitud del daño, que se acompaña de problemas en la movilidad tras una lesión. El dolor suele definirse como muy intenso, constante, profundo y quemante y suele desencadenarse con un leve roce (como la ropa), lo que se conoce como alodinia.

Cambios en la piel

La piel puede cambiar su aspecto normal y estar brillante, seca o descamada. Al mismo tiempo también puede cambiar su temperatura tanto estando fría como caliente al tacto, además de cambiar la coloración y la sudoración. El pelo crece en forma gruesa al principio, pero se hace más fino a medida que evoluciona el proceso. Las uñas son quebradizas y al principio crecen muy rápido.

Inflamación

Es característica también la presencia de una induración localizada alrededor de la región dolorosa. Si este edema puede ser delimitado en la superficie de la piel, es casi seguro que el paciente tenga Sudeck (signo patognomónico) aunque hay que descartar previamente que sea secundario a un vendaje previo.

Trastornos del movimiento

Existe pérdida de movilidad por el propio dolor que dificulta el inicio de los movimientos. Esto lleva asociado una pérdida muscular (atrofia). También se puede acompañar de temblores o reflejos involuntarios. Es característico tener la sensación de tener el miembro engarrotado.

Propagación de los síntomas

En parte, por esto radica la importancia del diagnóstico precoz ya que los síntoma se propagan pudiendo seguir alguna de estas 3 vías:

1) Tipo continuo: los síntomas se propagan de manera ascendente

2) Tipo imagen en espejo: propagación a la extremidad opuesta

3) Tipo independiente: se propagan hacia un lugar distante del cuerpo

Cambios óseos

Es habitual que exista osteoporosis (desgaste del hueso).

La duración de este síndrome varía mucho. En muchos casos el dolor continúa como mínimo dos años, pero en algunos casos se perpetúa. es indefinido aunque son posibles periodos de remisión o exacerbación.

TRATAMIENTO

Es básico evitar inmovilizar el área lesionada por lo que la fisioterapia es básica en estos pacientes. El objetivo será enseñar al paciente cómo usar la extremidad afectada durante las actividades físicas diarias. A esto se le podrá sumar otras opciones terapéuticas como fármacos, bloqueos nerviosos, terapia física, TENS,…

La mayoría de estos pacientes sufren tanto a nivel físico como psicológico, por lo que la motivación también será un factor fundamental.

A continuación haremos un recorrido de las diferentes opciones terapéuticas

Medicamentos (en función del tipo de dolor):

–      Para el dolor constante de causa no inflamatoria: tramadol

–      Para el dolor constante o dolores espontáneos punzantes y para los trastornos del sueño: antidepresivos tricíclicos como amitriptilina y lidocaína oral.

–      Para los dolores espontáneos punzantes: anticonvulsivantes tipo carbamazepina o gabapentina

–      Para dolores difusos, severos y refractarios a la terapia: opioides oralestipo morfina o codeína

–      Para el dolor localizado y relacionado con la lesión de un nervio: crema de capsaicina

–      Para el dolor relacionado con alteraciones vasculares: nifedipino

–      Para el dolor resistente la utilización de corticoides puede ser beneficiosa en algunos pacientes, acompañándose de calcitonina. La calcitonina se ha utilizado con buenos resultados en dosis de 100 U al día durante 4-8 semanas, seguido de otras 4-8 semanas a días alternos, con suplementos de 600 mg de calcio y 400 U de vitamina D

–      Los espasmos musculares suelen ser difíciles de tratar; una opción sería utilizar clonacepam

Terapia física y ocupacional

Se basa en la realización de ejercicios con pesas para el fortalecimiento. La hidroterapia generalmente se usa para dolores musculares y para los espasmos. Los masajes, la utilización de la neuroestimulación eléctrica transcutánea (TENS), la utilización de iontoforesis con calcitonina y la terapia en una piscina pueden ser de mucha ayuda para los pacientes que tienen dificultad para el movimiento.

Bloqueos simpáticos

Reservados cuando el tratamiento rehabilitador y farmacológico no obtiene un resultado satisfactorio.

Simpatectomía

Si se confirma la disminución del dolor después del bloqueo una opción sería la simpatectomía.

Bomba de morfina

Produce un bloqueo selectivo de la médula espinal, evitando que el paciente experimente los efectos secundarios causados por este fármaco cuando se administra oralmente.

BIBLIOGRAFÍA

Cuenca González, Concepción et al. Síndrome Doloroso Regional Complejo. Rev Clin Med Fam. 2012, vol.5, n.2, pp. 120-129.

Fornos Vieitez FE, López Dieza A, Ciriza Lasherash A et López López D. Síndrome de Sudeck (distrofia simpático refleja). Semergen.2008;34(9):455-8

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