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Escrito el día 20-mayo-2019 por Juan Toral
Sudar, aunque a veces resulte incómodo, es algo necesario para el buen funcionamiento de nuestro organismo, ya que a través del sudor realizamos la transpiración y nuestro cuerpo regula así la temperatura corporal. Y es que conviene recordar que a través del sudor, nuestro organismo se enfría a medida que se evapora,actuando como un termorregulador y ayuda también en la excreción de los productos de desecho del cuerpo y protege nuestra piel de riesgos ambientales como serían bacterias y productos químicos.
Ahora bien, en ocasiones el sudor se convierte en un problema de salud ya que en ciertas personas, los mecanismos normales de control se descompensan y su organismo entra en un estado conocido como hiperhidrosis, que es el nombre que se le da a la excesiva sudoración. Este problema suele tener predisposición para ciertas zonas corporales entre las que hay que destacar las axilas, pecho, ingles, ombligo y región auditiva, que están dotadas de un alto número de glándulas sudoríparas.
Y sí, existen situaciones donde el sudor va más allá de un simple problema estético y se convierte en un problema de salud. Y es que las personas que padecen hiperhidrosis pueden presentar dificultades en su vida diaria ya que por ejemplo se puede ver afectado el trabajo, sobre todo aquellas cuyas funciones sean sobre todo manuales, , las relaciones sociales, el ánimo personal e incluso la predisposición a ciertas enfermedades como ciertas dermatitis.
Si sufres este problema, sobre todo te interesará saber qué puedes hacer para mejorar el nivel de sudoración. Te interesa saber más información sobre la hiperhidrosis. Para ello quiero recordar unos consejos generales que puedes probar y me centraré en un tratamiento novedoso que da grandes resultados, la toxina botulínica (el famoso botox).
La hiperhidrosis es un trastorno frecuente aunque no se conoce de manera exacta su causa. Afecta a ambos sexos aunque la mujer tiene mayor predisposición a consultar. En verano los síntomas de esta patología se agravan por el aumento de las temperaturas y la mayor necesidad del organismo de autorregularse a través del sudor.
Existen diferentes opciones a la hora de abordar este problema, pero cada persona dependiendo del grado de la enfermedad y de sus propias características, tendrá como mejor tratamiento uno u otro. De todas maneras, te aconsejo que comiences probando con esto:
– Uso de productos antitranspirantes: existen sprays que actúan a nivel de las glándulas sudoríparas, intentando bloquear la eliminación del sudor. Puede ser una buena opción para casos de hipersudoración leve-moderada.
– Es muy importante un buen abordaje psicológico, ya que en ocasiones, el problema se agrava a nivel mental. Realizar psicoterapia puede ser beneficioso ya que en estos casos la persona puede terminar desarrollando problemas de ansiedad que puede incluso terminar limitando sus relaciones con los demás debido al miedo y la inseguridad que les genera el exceso de sudoración. En estos casos, realizar psicoterapia puede ser una buena herramienta como complemento, lo que puede potenciar los efectos farmacológicos del resto de opciones.
– Y llegamos a una opción que ha supuesto una revolución en el tratamiento de la hiperhidrosis, la toxina botulínica, el famoso botox. Este fármaco actúa bloqueando las terminales nerviosas que se encuentran hiperestimulando a las glándulas sudoríparas, por lo que es un remedio efectivo para frenar la sudoración.
Recapitulemos: los tratamientos utilizados en la hiperhidrosis son múltiples, pudiendo ir desde simples aplicaciones locales como métodos de barrera como antitranspirantes, hasta fármacos por vía oral, uso de aparatos específicos e incluso precisar el paso por quirófano para realizar una intervención quirúrgica.
En la actualidad, la inyección en la zona donde se produce exceso de sudor de toxina botulínica para ser un método eficaz para inhibir esta sudoración dando buenos resultados con mínimos efectos secundarios. A través de la toxina botulínica se puede eliminar el sudor de una zona. El tratamiento se realiza en 15 minutos y los efectos se empiezan a notar a partir de 1 semana. Los efectos por regla general duran casi 1 año
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