Categoría: Enfermedades
Escrito el día 12-octubre-2015 por Juan Toral
El movimiento continuo pero imperceptible que hace la Tierra girando en torno al Sol tiene como resultado el paso de los días que caen como las hojas de Otoño, estación a la que acabamos de entrar y que pondrá de nuevo en evidencia un problema de salud que colapsará los Centros de Salud y los servicios hospitalarios por el amplio arsenal de patologías cardio-respiratorias que florecen en estos meses.
Todos los años, la gripe se convierte en protagonista por méritos propios. Las noticias anunciarán la llegada de una nueva cepa del virus que se convertirá en epidémico. Es por ello buen momento para recordar la importancia de la prevención, a través de las recomendaciones existentes sobre la vacunación para este temido virus de tan fácil transmisión que le hace impredecible.
La gravedad de esta patología depende del tipo de virus (cada año es distinto por varias mutaciones) y las personas inmunes, por lo que la vacunación cobra especial relevancia, sobre todo en ciertos grupos de personas de riesgo donde las complicaciones suelen ser mayores. Hay que recordar que en España mueren al año entre 1500-4000 personas por causas relacionadas con la gripe, siendo la vacuna el método más efectivo para prevenir la infección, las complicaciones, las tasas de hospitalización y la mortalidad asociada.
En España las campañas de vacunación se inician a mediados de Septiembre-Octubre. La vacuna comienza a hacer efecto aproximadamente a las dos semanas de su aplicación, por lo que conviene no demorarse en su uso.
GRUPOS DE RIESGO
Aunque la vacunación es opcional, las autoridades sanitarias recomiendan su empleo en los siguientes grupos de población:
– Mayores de 60-65 años, especialmente aquellos que conviven en instituciones cerradas.
– Menores de 65 años que presentan una enfermedad crónica de base y, por ello, tienen elevado riesgo de sufrir complicaciones derivadas de la gripe o esta les puede provocar una descompensación de su condición médica: enfermedad renal, obesidad, diabetes,…
– Personas que pueden transmitir la gripe a aquellas que tienen un alto riesgo de presentar complicaciones como sería el caso del personal sanitario
– Mujeres embarazadas
– Otros grupos de riesgo como personas inmunodeprimidas
La vacunación en estos grupos de riesgo es de vital importancia porque el virus de la gripe no es sólo causa de enfermedad primaria, sino porque puede derivar en otras patologías o agravar enfermedades de base, como la insuficiencia cardiaca congestiva, el asma o la diabetes. Por ello, en todas las personas con enfermedades crónicas preexistentes, incluso menores de 65 años, se recomienda especialmente la vacunación antigripal.
Hay que resaltar la importancia de aumentar la concienciación pública sobre la gripe y sus complicaciones, así como los efectos beneficiosos de la vacunación antigripal. No en vano, la gripe afecta anualmente al 5-15% de los adultos y al 20-30% de los niños por lo que son cifras lo suficientemente importantes para intentar tomar medidas.
Las vacunas continúan siendo la piedra angular de la prevención antigripal al evitar la enfermedad, sus complicaciones y la pérdida de años de vida. De hecho, en los países industrializados como es el nuestro, las vacunas antigripales ofrecen una protección de aproximadamente el 60-90% contra la enfermedad clínica en adultos sanos y reducen la mortalidad general entre el 39 y el 75% durante las temporadas de gripe.
La aparición de catarros es imposible de prevenir por su alto poder de contagio y transmisión, aunque si está en nuestra mano intentar poner remedio para las personas más susceptibles estén protegidas para las complicaciones que pueden producirse con la gripe.
BIBLIOGRAFÍA
– Vacunación de los grupos de riesgo frente al virus de la gripe. Sociedad Española de Neumología SEPAR
– Recomendaciones Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad
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