Categoría: Enfermedades
Escrito el día 31-agosto-2018 por Juan Toral
Hay personas a las que de vez en cuando una articulación se les pone caliente y les duele tanto que incluso el simple roce de la sábana es una tortura. Si reconoces estos síntomas porque alguna vez los has vivido en primera persona, es bastante probable que hayas sufrido ataques de gota. En este post con videotutorial intentaré aclarar que es la gota, qué es el ácido úrico y como podemos tratar esta enfermedad para mejorar los síntomas.
La gota es una enfermedad que se caracteriza por episodios de dolor e inflamación, normalmente en una articulación (monoartritis). Su localización “fetiche” es el primer dedo (dedo gordo) del pie aunque puede aparecer en otros lugares, pero lo cierto es que hay más predisposición en zonas inferiores del cuerpo, seguramente por efecto de la gravedad. Los síntomas se deben a depósitos de cristales de ácido úrico o urato en las articulaciones.
Así que si la gota se produce por niveles elevados en sangre de ácido úrico tenemos que contestar a la siguiente pregunta.
El ácido úrico es el resultado de la metabolización de las purinas, unas sustancias que normalmente se encuentran en algunos alimentos y bebidas. En condiciones normales, el ácido úrico va por la sangre hasta los riñones que se encargan de eliminarlo a través de la orina.
Pueden darse dos situaciones por las que el ácido úrico se puede elevar:
– Cuando nuestro cuerpo produce más ácido úrico de lo normal
– Cuando nuestro cuerpo no elimina bien el ácido úrico
Los niveles de ácido úrico se detectan en una analítica tradicional de sangre. Existen patologías de base que pueden hacer que el ácido úrico se eleve en nuestro organismo, como por ejemplo tenemos algún problema en nuestros riñones o cuando se tiene un cáncer y se recibe quimioterapia. Las personas con VIH que reciben tratamiento retroviral también tienen mayor predisposición. En estas situaciones es aconsejable hacer controles analíticos con cierta periocidad para evitar que se eleve más de lo aconsejable.
Curiosidad…
¿Sabías que la gota es una enfermedad que afecta más a los hombres que a las mujeres? La mujer sobre todo suele sufrir la gota una vez que comienza con la menopausia
Una vez que sabemos qué es el ácido úrico pasamos a la siguiente fase.
Son varias las causas por las que se presencia puede aumentar en sangre. A continuación citaré algunas de las posibilidades: personas que beben más de la cuenta, personas que realizan ejercicio de forma excesiva durante un tiempo prolongado, personas que sufren cólicos renales, personas que tienen problemas en la glándula paratiroidea, las mujeres embarazadas tienen cierta predisposición a que su nivel aumente, personas con problemas en los riñones como los que sufren insuficiencia renal o personas que siguen una dieta rica en purinas. Entre los alimentos más destacados que contienen una alta carga de purinas se encuentran las carnes rojas, el marisco y el pescado como el bacalao, el cangrejo, la langosta o el atún.
No todas las personas que tienen niveles elevados de ácido úrico van a sufrir ataques de gota, pero está claro que hay una relación directa.
No sólo existe riesgo de sufrir ataques de gota si se tiene el ácido úrico alto, sino que también hay mayor probabilidad de crear cálculos renales y sufrir cólicos de riñón.
Curiosidad…
¿Sabías que si no se disuelve el exceso de ácido úrico, suele terminar cronificándose y formando unos nódulos en las articulaciones que se conocen como tofos?
En un ataque de gota, el dolor es muy intenso. Esto hace que el objetivo inicial del tratamiento sea aliviar el dolor. Para esto podemos tomar algún analgésico o algún antiinflamatorio. En ciertas situaciones como personas con gastritis o hipertensión, tienen que tener cuidado con lo que toman, así que en caso de duda consulten con su médico de cabecera o con su médico online, o sea, yo :-). Además de pastillas para aliviar el dolor, la aplicación de compresas frías en la zona puede aliviar. En las crisis gotosas, además se recomienda reposo, ya que ayuda a aliviar el dolor.
Ahora bien, además de centrarnos en aliviar el dolor, tenemos que centrarnos en atacar la crisis. Para ello es esencial que ante los primeros síntomas consultemos ya que se puede tomar la Colchicina, que será efectiva al inicio del ataque. Es muy importante que la toma de este medicamento sea nada más comiencen a aparecer los síntomas ya que si lo tomamos más adelante, pierde efectividad. Además hay que evitar dosis altas de Colchicina ya que puede dar molestias gastrointestinales como dolores abdominales,nauseas o diarreas.
Como casi siempre, mejor prevenir que curar. Lo ideal sería no dar lugar a sufrir un ataque y tener unos niveles normales de ácido úrico en sangre. Si ya has sufrido algún ataque de gota o tienes el ácido úrico elevado en sangre, se aconseja tomar como medicación el Alopurinol que hará que se reduzca la formación de ácido úrico por parte del organismo. Este fármaco no sirve para tratar una crisis, sino para evitar posibles nuevos ataques. Cuando se empieza a tomar Alopurinol hay que tener cuidado ya que se suele producir un rápido descenso en los valores de ácido úrico que puede dar lugar a una pequeña crisis de gota, por lo que si al comenzar con este tratamiento sientes dolor, es probable que tengas que complementar en el inicio con Colchicina.
De cara a prevenir ataques de gota y normalizar los niveles de ácido úrico, se ha demostrado que la alimentación es importante. En el próximo artículo seguiremos abordando consejos sobre el estilo de vida y los alimentos que tenemos que evitar, sobre todo en personas que han sufrido ataques de gota. Si quieres saber más sobre la gota y qué alimentos tienes que evitar y cuales son los mejores consejos en tu estilo de vida para evitar las crisis, te lo cuento en el siguiente post
Consulta online
Deja un comentario en la web
[…] vez los has vivido en primera persona, es bastante probable que hayas sufrido ataques de gota. Si en el anterior artículo hablamos sobre los ataques de gota y el ácido úrico, en este post hablaremos sobre algo que es muy importante para las personas con predisposición a […]