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Escrito el día 15-enero-2020 por Juan Toral
Mens sana in corpore sano. Mente y cuerpo de la mano, como vasos comunicantes. Muchas veces me hago las siguientes preguntas: ¿cuántas de las dolencias actuales tienen su base en inseguridades, miedos y problemas de autoestima? ¿Cuántos ansiolíticos y antidepresivos podrían dejar de recetarse si la persona trabajara su fortaleza mental con un buen abordaje psicológico? Vivimos en una sociedad donde el culto al cuerpo y el termómetro social en el que se han convertido las Redes Sociales, hace que en ocasiones no estemos satisfechos con nuestro cuerpo. Problemas en la conducta alimentaria, dismorfofobias, que afectan cada vez a edades más tempranas y a ambos sexos. En el caso de la mujer y debido al canon de belleza, el tamaño de las mamas se ha convertido en un factor que muchas mujeres tienen en cuenta. En este post quiero contarte lo que debes saber sobre el aumento de mamas.
Los motivos que pueden hacer que una mujer termine deseando aumentar el tamaño de sus pechos son variados. Por un lado, está el deseo de tener una mejor apariencia física que le haga ganar autoestima y confianza, presentando una silueta proporcionada y recobrar una sensación de Juventud que posiblemente haya perdido con el paso de los años.
El punto de partida de cualquier problema o complejo debería ser un abordaje psicológico para intentar que no termine convirtiéndose en un problema grave para la salud mental y física. La mamoplastia, que es como se conoce a la cirugía de aumento de pechos, consiste en introducir una prótesis de silicona con la cual, el pecho no solo aumentará de tamaño sino que también se puede modificar su forma y corregir pequeñas deformidades que puedan existir.
En principio cuando empiece a convertirse en un problema de salud para la mujer. Chicas con mamas pequeñas, o asimétricas, o que tras la lactancia pierdan su forma habitual, o que estén caídas, o en mujeres con cáncer de mama que han tenido intervenciones previas o tratamientos agresivos en la zona…los motivos que pueden terminar entrando en quirófano son diversos y giran en torno a solucionar el problema de base de la mujer.
Hoy en día es importante que la mujer que se vaya a operar intervenga en la toma de decisiones porque en la actualidad el abanico de posibilidad es grande: pechos de diferentes tamaños, formas, más o menos naturales, cómo de juntos o separados se queden los pezones, el lugar de la cicatriz, el tipo de escote a lucir…Si la razón de la mamoplastia es aliviar el disconfort que en torno a su imagen pueda tener una mujer, no se puede realizar sin tener en cuenta sus deseos y preferencias.
En principio no hay una única técnica universal, sino que en función de la anatomía de la mujer y sobre todo sus deseos y expectativas se elegirá la prótesis que mejor se adapte a su forma y cuerpo. La incisión podrá realizarse en tres lugares diferentes: en el borde inferior de la areola, en el surco mamario o en la axila.
Mucho están evolucionando las prótesis, cada vez más anatómicamente naturales, pero en la actualidad, ninguna prótesis da la garantía absoluta de ser para el resto de la vida. Por eso lo ideal es hacer una ecografía de control cada 5 años, para adelantarnos a un posible daño de la prótesis.
Aunque cada mujer evoluciona de forma diferente, en líneas generales la recuperación sigue unos pasos. En el primer día, normalmente se colocará un drenaje por si se acumulan restos de sangrado en la zona. A la semana, la persona podrá ducharse, le quitarán los puntos y podrá volver al trabajo evitando esfuerzos y movimientos bruscos. En los primeros días-semanas hará falta llevar un sujetador deportivo ya que los pechos estarán hinchados, pero poco a poco la inflamación irá bajando y la mujer podrá hacer vida totalmente dentro de la normalidad.
Si crees que la mamoplastia es la solución a tus problemas, te animo a que te pongas en manos de un/a especialista. Evita lo barato o especialistas sin referencias. Pon tu salud en buenas manos.
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