Cáncer de Mama: lo que tienes que saber

Categoría: Te Interesa

Escrito el día 07-diciembre-2022 por Juan Toral

La maldita palabra cáncer, ese diagnóstico que cuando se escucha taladra los oídos y desgarra el alma como un artefacto de metralla. Uno de los grandes retos de finales del siglo XX y el gran caballo de batalla de la Ciencia para el XXI. Los hay que son más frecuentes a ciertas edades, que comparten factores de riesgo, que se vinculan con mayor probabilidades al sexo, como ocurre en las mujeres y el cáncer de mama. En este artículo te contaré la información básica que debes saber sobre este tipo de cáncer, que, aunque mucho más frecuente en mujeres, ojo, que no es exclusivo de dicho género, ya que los hombres también podemos desarrollarlo.

LA IMPORTANCIA DEL DIAGNÓSTICO PRECOZ: CÁNCER DE MAMA

Dice el refrán que más vale prevenir que curar. Si este dicho tiene sentido, en lo relacionado a la Oncología, aún más. Aunque muchos tumores son difíciles de prevenir, lo cierto es que estilos de vida saludables, una alimentación equilibrada y que no desencadene reacción intestinal inflamatoria, la realización de ejercicio de manera rutinaria y evitar tóxicos como el tabaco, serán de gran ayuda para no dar lugar a que los oncogenes que comandan la proliferación celular descontrolada que darán paso a un tumor, y estén dormidos en nuestro interior. Pero como encabeza este párrafo, un diagnóstico precoz en relación al cáncer es vital para mejorar exponencialmente la supervivencia y encontrar tratamientos más efectivos para evitar la expansión en forma de metástasis que complicaría todo.

El de mama, es el tumor maligno más frecuente entre las mujeres. Aunque en torno a la bibliografía científica, parece que últimamente ha perdido algo de consistencia, siempre es recomendable que la mujer a partir de los 20 años se mire (a ser posible frente a un espejo) y explore sus pechos de vez en cuando buscando posibles asimetrías, durezas-bultos, retracciones en los pezones o cualquier signo que le llame la atención que pueda encender las alarmas para consultar con su médico/a. A todo esto habría que sumarle la concienciación de la importancia que tienen las revisiones periódicas y las mamografías de control para el cribado del cáncer de mama, que no será otra cosa que pillar la aparición de un posible cáncer en su fase inicial, para por lo tantos, adelantarnos a los síntomas y tratar antes de que el problema sea tangible, lo que hará que la probabilidad de éxito/curación/supervivencia se multiplique, hasta acercarse a la mágica cifra que puede llegar a rondar el 100%.

Si aparece algún síntoma de alerta de los anteriormente nombrados, tras la valoración por el/la médico/a, hay una serie de pruebas complementarias al alcance de la Medicina que pueden ver con más precisión que está pasando en ese pecho. Entre las opciones diagnósticas que se disponen estarían:

• MAMOGRAFÍA: en términos muy generales, sería una “radiografía” del pecho. El pecho se colocaría sobre la máquina de rayos (mamógrafo), y tras una leve presión y con una dosis muy baja de radiación, se toma una imagen del interior del seno, en la que se pueden ver hallazgos como microcalcificaciones, distorsiones del tejido mamario o neoformaciones.
• ECOGRAFÍA: en caso de dudas, esta prueba puede dar más información y ser más precisa. En mujeres jóvenes o con mamas de alta densidad, incluso se prefiere una ecografía a una mamografía.
• RESONANCIA NUCLEAR DE LA MAMA: sirve como estudio complementario, cuando hay alta sospecha de posible lesión cancerosa o es una mujer con alto riesgo, por ejemplo, por tener numerosos antecedentes familiares.
• PUNCIÓN/BIOPSIA ecoguiada: para saber con exactitud qué está pasando, si tenemos una imagen sospechosa, habrá que tomar una muestra a través de una aguja para analizarla en Anatomía Patológica.

Sé que la sospecha y el miedo que da el creer que se puede tener un cáncer, puede dar la “tentación” de querer ignorarlo, pero esto lejos de ayudar, nos hace un flaco favor. Si tienes dudas o notas algo en tu cuerpo, lo ideal será que consultes con tu médico. Tu salud agradecerá tu valentía.

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