Cáncer de piel y melanoma

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Escrito el día 19-noviembre-2021 por Juan Toral

La piel, que es el órgano más grande del cuerpo humano, ya que en los adultos ocupa una extensión de 2 metros² y pesa alrededor de 5 kgs, hay que tenerla muy en cuenta, observarla y adelantarnos a un problema de salud tan grande como es el cáncer de piel y melanomas. Y es que no es ninguna tontería, ya que, en todo el mundo, al año se diagnostican más de 324.000 casos de melanoma, causando la muerte a casi 60.000 personas. En España, y si no hablamos solo de melanoma, al año se diagnostican más de 78.000 cánceres de piel (74mil cánceres cutáneos no melanoma y 4.000 casos de melanoma). Y es que hay que tener en cuenta, que afortunadamente, el melanoma representa en torno al 4% de todos los tumores malignos de la piel, aunque en contraposición, es el responsable del 80% de las muertes, debido en parte a su poder de dar metástasis a distancia. 

Afortunadamente, el avance en los tratamientos, el conocer mejor la enfermedad y el llegar a un diagnóstico precoz, está haciendo que, en las últimas décadas, su mortalidad haya disminuido, pero esto pone de manifiesto la necesidad de conocer los factores de riesgo y a identificar los posibles síntomas con los que estos tumores malignos pueden dar la cara. 

En el melanoma, la base del tumor asienta sobre los melanocitos, que son las células de la piel que se encuentran en la parte más inferior, que son las encargadas de darnos el bronceado al liberar melanina. Si se produce una alteración y crecimiento descontrolado en estos melanocitos, termina invadiendo a otros órganos y tejidos, lo que dificulta la supervivencia y el pronóstico. 

FACTORES DE RIESGO PARA TENER UN MELANOMA

• Edad: aunque puede aparecer a cualquier edad, la mayor concentración se da en la edad media y el 41% se diagnostica antes de los 55 años.
• Raza: mayor incidencia en personas de piel clara, ojos azules, pelo rubio o pelirrojo. Tener una piel oscura (mayor pigmentación) es un factor protector.
• Lunares: a mayor número de lunares, mayor probabilidad de terminar desarrollando un melanoma. Debido a su importancia, más adelante te daré las claves para analizar tus lunares, para que, ante la duda, consultes lo antes posible con tu médico.
• Factores genéticos: si hay personas en la familia con antecedentes de melanoma, el riesgo de que termines con uno, es mayor. Se ha comprobado en estudios familiares, mutaciones en el cromosoma 9 que pueden predisponer hacia est enfermedad. 
• Exposición al sol: el lunar donde se vive, su proximidad a zonas del ecuador o con más horas de sol, ha demostrado una relación directa entre la exposición solar y la incidencia del melanoma.
• Inmunodeficiencias: en el caso de tener alguna enfermedad que disminuya las defensas, hará que se aumente la probabilidad. Así que especial atención en personas con leucemias, VIH, consumo crónico de corticoides…
• Exposición prolongada al sol: no solo nos exponemos al sol cuando lo tomamos a conciencia en la playa; cuando andamos en la calle, cuando trabajamos…podemos estar recibiendo radiación solar por lo que conviene protegernos siempre
• La cantidad de tiempo bajo el sol sin protección influye directamente sobre el riesgo de cáncer de piel.
• Las quemaduras solares en la infancia: está demostrado que las quemaduras solares que se producen temprano en la vida de la persona aumentan el riesgo de cáncer de piel años más tarde.

CÓMO VIGILAR UN LUNAR

Hay una sencilla regla para interpretar los lunares, muy fácil de memorizar: la técnica del ABCDE, que nos aportará información suficiente para saber si tenemos que preocuparnos sobre cierto lunar que nos quita el sueño ya que nos permite detectar posibles melanomas malignos en sus etapas tempranas lo que significa una mayor probabilidad de curación.

Tenemos que aprender a autoexplorarnos ya que es una herramienta eficaz en el diagnóstico precoz del melanoma maligno.  Para ello será clave fijarnos en lo siguiente:

A: Asimetría: que el lunar sea diferente en sus dos mitades

B: Borde irregular: que el contorno del lunar sea irregular y difícil de seguirlo con la vista, que el borde tenga entradas y salidas

C: Color variado: que no tenga un color uniforme

D: Diámetro mayor de 6 mm o que crezca rápidamente

E: Evolución: fijarnos ante la posibilidad de cualquier cambio reciente

LA IMPORTANCIA DEL DIAGNÓSTICO PRECOZ

Detectar el melanoma en una etapa temprana es crucial y es que su detección temprana, aumenta enormemente las posibilidades de curación, al disminuir las opciones de que se termine desarrollando una metástasis, que es lo que suele complicar esta patología.

Hay que poner mucha atención a cualquier signo nuevo, cambiante o inusual, tanto en las áreas del cuerpo expuestas al sol como en las protegidas del sol, ya que los melanomas pueden surgir en cualquier parte de la piel, incluso en áreas donde no le da el sol.

Lo aconsejable es que una vez al mes no examinemos de cabeza a pies para identificar cualquier tipo de lesión o cambio. Es aconsejable incluso tomar nota de los lunares para analizar su seguimiento. Pero ante la duda, lo ideal es que consultes lo antes posible con un médico, por si hay que realizar alguna prueba diagnóstica.

Así que si tienes algún tipo de duda, ¡No lo dudes! Consulta con tu clínica o dermatólogo/a de confianza.

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