Categoría: Enfermedades
Escrito el día 20-junio-2019 por Juan Toral
El verano es buena época para hablar sobre las infecciones de orina, también conocidas como cistitis, que aunque pueden aparecer en cualquier momento del año, tienen cierta preferencia por los meses de calor donde es más frecuente ir a piscinas y playas. En esta entrada-videotutorial haremos un repaso sobre la cistitis, te explicaré por qué son más frecuentes en mujeres y sobre todo, te contaré algunas recomendaciones para intentar prevenirlas. Te dejo con el videotutorial y a continuación, retomamos el tema.
Si alguna vez has tenido una infección de orina sabrás lo molestas que pueden llegar a ser: te molesta la parte baja del abdomen, notas escozor al orinar (disuria), estás todo el rato con ganas de orinar pero luego solo echas unas gotitas (tenesmo y polaquiuria), sientes dolor al final del caño de la orina, notas el pipi más concentrado como con un color diferente al habitual (coluria)… Efectivamente, si tienes algunos de estos síntomas es bastante frecuente que tengas una infección de orina.
Aunque los hombres también podemos padecerlas, tienes que saber que la mayoría de las infecciones de orina se dan en mujeres. La explicación se encuentra en la anatomía. La uretra de las mujeres es más corta que la de los hombres y está más próxima al exterior ya que los varones tenemos el “puente” que puede suponer el pene, que hace como barrera para que no entremos en contacto con tanta facilidad con gérmenes, patógenos o bacterias del exterior. Para que luego digan que el tamaño no importa 🙂
Si estás con síntomas de cistitis, toca ir al médico ya que seguramente necesitarás tratamiento antibiótico para eliminar la infección y dejar atrás los molestos síntomas.
Si eres propensa a sufrir cistitis, presta mucha atención porque voy a darte una serie de recomendaciones que te pueden resultar de utilidad para prevenir coger una nueva infección urinaria:
– Bebe bastante agua: esto hará que fabriques más cantidad de orina y por lo tanto filtres más líquido, la orina estará menos concentrada y ayuda a la eliminación de posibles agentes que pueden ser perjudiciales.
– Intenta no aguantar las ganas de hacer orinar: si nos tiramos mucho tiempo con la vejiga hinchada y llena de orina, la probabilidad de que se irrite es mayor. Y una vejiga irritada es más sensible a infectarse si entra en contacto con algún patógeno del exterior. Lo aconsejable es orinar cada 2-3 horas.
– Evita en la medida de lo posible ir a baños públicos debido a que su concurrido aforo hace que aumente el riesgo de la existencia de patógenos en la tapa del WC.
– Orina cuando finalices tus relaciones sexuales: de esta manera eliminarás sustancias y elementos que pueden entrar a tu sistema urinario durante la penetración.
– Siguiendo con los consejos sexuales, si notas sequedad vaginal en tus relaciones vaginales, sería aconsejable usar cremas lubricantes para de esta manera intentar que la vagina se irrite lo menos posible. Y es que aunque dicen que el roce hace el cariño, la fricción a estos niveles puede predisponer a infecciones posteriores.
– Si eres propensa a sufrir cistitis de repetición, ten cuidado a la hora de elegir tu método anticonceptivo. En estos casos, cremas espermicidas o el uso del diafragma, no serían lo más recomendable.
– Evita estar mucho tiempo con el bikini, bañador o braguitas-tanga húmedas o mojadas. La humedad en esta zona predispone a que se den unas condiciones ideales para recibir la visita de estos huéspedes que terminan desencadenando una cistitis. El agua de las piscinas, por el cloro y su composición química, puede ser el origen en muchos casos.
– Si eres propensa a las cistitis, para los días de regla, mejor usar compresas que tampones.
– La higiene íntima de la zona también es importante. Evita ser demasiado pulcra ya que puedes arrastrar con una higiene excesiva las propiedades naturales de la zona para eliminar factores externos. Usa un jabón con pH neutro. Otro consejo sería que tras hacer caca, nos limpiemos de adelante hacia atrás ya que si lo hacemos al revés podemos arrastrar bacterias de la zona del ano a la vejiga.
– Preferible usar ropa interior de algodón que es menos irritativa. Evita también pantalones muy ajustados.
– Se aconseja ser especialmente cauta y seguir estas recomendaciones con la menopausia, ya que debido a los desajustes hormonales, la mucosa de la vagina pierde elasticidad, se reseca y es más sensible a irritarse y poder colonizarse por gérmenes del exterior.
Tener de vez en cuando alguna infección de orina es habitual pero presta atención a ciertas situaciones que pueden hacer necesario que acudas a consultar con tu médic@. Si los síntomas siguen pese al tratamiento, quizás sea necesario realizar un cultivo de la orina para ver con exactitud qué bacteria la ha causado y saber que antibióticos van mejor para eliminarla. Vigila también que no aparezcan vómitos, escalofríos y/o fiebre ya que esto puede decir que la infección ha subido al riñón y has hecho una pielonefritis. Si el número de infecciones es muy alto, quizás haga falta que te valore un/a urólogo/a ya que en ocasiones puede haber algún recodo o anomalía en la vía urinaria que puede predisponer a esto de sufrir infecciones urinarias. También existen casos de vejiga caída (cistocele) que aumenta el riesgo de contagio al estar prácticamente en contacto con el exterior y estar más expuesto al contacto con gérmenes.
Seguro que has oído que tomar arándanos ayuda a prevenir coger infecciones de orina. Según donde leas, verás que hay gente que le tiene más o menos fe a este remedio natural. Pero aunque su recomendación parece extendida, en la actualidad no existen las suficientes evidencias científicas para aconsejar de manera generalizada su consumo con estos fines, por lo que yo prefiero ser cauto y no recomendarlo de entrada. Además no es un tratamiento barato (la caja está en torno a 16€) y su sabor amargo suele hacer que las mujeres no lo tomen demasiado tiempo. Es más económico y seguramente tan efectivo o más para prevenir nuevas infecciones, seguir las recomendaciones que te he dejado por escrito. No pierdes nada por intentarlo. Seguro que la salud de tu vejiga te lo agradecerá. Aunque el efecto placebo y las experiencias personales previas también influyen en todo este proceso, por lo que habría que individualizarse en cada caso.
Espero que tras esta refrescante lectura, ideal para los meses de playa y piscina, saques tus propias conclusiones y pongas en práctica estos consejos que pueden mejorar tu calidad de vida si con ellos previenes infecciones de orina. Y recuerda que aproximadamente 1 de cada 2 mujeres sufrirá al menos una cistitis a lo largo de su vida por lo que conviene que guardes este artículo entre tus favoritos.
En caso de que tengas dudas o síntomas, consulta con tu médico de toda la vida, o con tu médico de cabecera online, o sea, el que ha escrito este post. Quizás con un tratamiento específico de unos días encuentres el alivio que necesitas.
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