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Cómo tratar las picaduras de mosquitos en bebés

Categoría: Te Interesa

Escrito el día 09-agosto-2020 por Juan Toral

Dicen que cuando seas padre comerás huevos, pero además de esto, cuando eres padre, desarrollas un sentido de la responsabilidad que hace que cualquier cosa que le pase a nuestros pequeños nos genere dudas y la necesidad de respuestas para aliviar las molestias que puedan causar en nuestros hijos.

Son un problema menor, pero lo cierto es que en verano proliferan las horas de ocio, de juegos en la calle, de rutas por la naturaleza, acampadas, atardeceres, dormir con las ventanas abiertas en busca de una corriente de aire fresco… Y en estas situaciones, la probabilidad de recibir la molesta picadura de algún insecto aumenta. Y es que los mosquitos son algo tan del verano como las reposiciones de Verano Azul en TVE. 

En la mayoría de las ocasiones, la picadura de un mosquito no va más allá de unas simples molestias que ceden a los pocos minutos o que dejan una pequeña lesión ligeramente inflamada que pica durante un tiempo. Pero en otras ocasiones, las molestias pueden prolongarse en el tiempo, la zona puede enrojecerse, la piel puede aumentar ligeramente su temperatura y las molestias pueden terminar convirtiéndose en dolor. Con este artículo pretendo hacer un rápido repaso sobre las cosas que se pueden hacer para conseguir un alivio en picaduras de mosquitos

Cuando un insecto nos pica, se produce una pequeña reacción local. El organismo libera histamina y puede desencadenarse una pequeña reacción inflamatoria local. Si nos rascamos, prolongamos las molestias ya que, aunque instantáneamente podemos notar un alivio, en verdad lo que estamos potenciando es el mecanismo de vasodilatación, mayor llegada de sangre y un aumento de la producción de células sanguíneas inflamatorias. Por eso, lo primero que tenemos que hacer es no rascarnos. Aunque es más fácil de leer que hacer sobre todo cuando sentimos dolor, en personas mayores puede ser algo más factible, pero en los niños y sobre todo en los bebes, puede resultar prácticamente imposible evitar el rascado. Por eso, incidir en estos consejos es importante.

De entrada, creo que hay que quitar la idea de que los corticoides o los antihistamínicos son imprescindibles. Quizás en algunos casos haga falta un complemento, pero, para empezar, lo más importante es aplicar frío en la zona de la picadura o en la zona próxima si se ha inflamado o enrojecido. Y es que con el frío conseguimos el efecto contrario a lo que se produce con las reacciones inflamatorias. El frío provoca una vasoconstricción (corta el aporte sanguíneo) y por lo tanto tiene un efecto antiinflamatorio, anestesiando también las terminaciones nerviosas, lo que hace que se corte el círculo vicioso de dolor e inflamación.

Si esto no es suficiente, la siguiente solución la podemos obtener en la farmacia donde existen multitud de productos destinados a disminuir las molestias de las picaduras ya sea en forma de cremas, geles, sprays, roll-on. Productos sin fármacos en su composición que pueden convertirse en un buen complemento.

Como dice el refrán, “más vale prevenir que curar” por lo que en la medida de lo posible, buscar el aliado de un repelente de mosquitos puede servir de gran ayuda. En este apartado, la citronela es una buena aliada: es natural y segura por lo que no existe riesgo en hogares con niños pequeños.

La vestimenta también influye. Los mosquitos están en mayor concentración en el amanecer y sobre todo en el atardecer. A esas horas del día, usa ropa larga, que proteja la mayor superficie corporal posible. La ropa clara absorbe menos el calor y por lo tanto ayuda a ser menos “atractivos” para los mosquitos. El uso de mosquiteras en los carritos de bebe puede ser otra cosa a tener en cuenta.

CONSEJO: no chupes una picadura de mosquito. La boca de las personas está llena de bacterias. Evita manipular una picadura con saliva ya que la probabilidad de que termine infectándose aumenta

Una picadura de mosquito no suele ir a más. En principio, lo ideal es mantener limpia la zona: lavados con agua fría, jabón y luego se puede aplicar algún desinfectante como la Clorhexidina. Pero esto no significa que tengamos que no hacerle caso. Conviene ir vigilando a nuestros/os pequeños/as. Si la zona se termina inflamando, se vuelve muy dolorosa, se pone demasiado roja, dura o caliente, quizás sea necesario acudir a su Pediatra para que valore esa picadura por si la zona se hubiera infectado. Que aparezcan dolores musculares, décimas de fiebre o incluso ganas de vomitar, serían también cosas que vigilar.

Espero que con estos simples consejos tengáis un verano familiar sin mayores contratiempos…aunque sea en tiempos de coronavirus 🙁

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