Categoría: Enfermedades
Escrito el día 30-marzo-2016 por Juan Toral
Si sufres irritación de estómago o sueles convivir con acidez, nauseas, hinchazón abdominal o sensación de plenitud esta entrada te puede interesar. ¿Sabías que una bacteria puede ser la causante de tus males?
Existe una bacteria conocida como Helicobacter Pylori (HP) que crece en la mucosa del estómago y duodeno que puede ser el origen de enfermedades como la gastritis crónica, la úlcera gástrica y/o la duodenal. De hecho, suele ser un factor clave en la enfermedad ulcerosa péptica ya que está presente en prácticamente el 100% de las úlceras duodenales y en el 75% de las gástricas.
Si miramos las estadísticas, es bastante probable que hayas entrado en contacto con esta bacteria ya que en torno a 2/3 de la población está en contacto con este patógeno (en España se calcula una prevalencia cercana al 60,3%). Pese a la elevada prevalencia de este germen, se calcula que en torno al 60% de las ocasiones no se desencadenan síntomas. Lo más habitual es entrar en contacto con el HP en la infancia
¿Sabías que la infección por HP es la infección bacteriana crónica más común de los seres humanos y que es la que se adquiere a edades más tempranas en los países en desarrollo?
A continuación, desarrollaremos algo más detalladamente esta patología
¿CÓMO SE CONTAGIA EL HELICOBACTER PYLORI?
Su presencia parece relacionarse con ciertos factores socioeconómicos, ya que se evidencias más casos cuando las condiciones higiénicas y el hacinamiento en las viviendas son peores. En los países en desarrollo la mayoría de los niños se infectan antes de los 10 años y la prevalencia en adultos asciende en torno al 80%. Por su parte, en los países desarrollados la infección por H. pylori es rara antes de los 10 años, aumentando al 10% en la población de 18 a 30 años y llegando a ser del 50% en los mayores de 60 años.
No se sabe con exactitud el modo de transmisión de H. pylori, aunque hay indicios que nos hacen pensar que su vía de entrada pueda ser la ingestión oral de la bacterias por contacto persona a persona y vía fecal-oral, a través de aguas contaminadas. Otra posible vía de transmisión sería a través de ciertas exploraciones digestivas como endoscopias y sondas gástricas.
¿CUAL ES LA CLÍNICA DE LA INFECCIÓN POR HP?
Pese a las altas tasas de infección por HP, en muchos casos las personas permanecen/permanecemos sin síntomas. Cuando da la cara suele hacerlo como epigastralgia, ardor o dispepsia. Existen casos (aunque no es lo habitual) en la que la enfermedad debuta como una hemorragia digestiva.
La importancia de esta patología es la probable relación entre la infección por HP con el linfoma MALT gástrico y con el adenocarcinoma gástrico por lo que ante la presencia de algún síntoma de alerta entre los que debemos destacar la pérdida de peso, disfagia (dificultad para tragar), saciedad temprana, vómitos persistentes y anemia, deberíamos consultar con un profesional.
¿CÓMO SE DIAGNOSTICA EL HP?
Antes de hablar sobre cómo se puede detectar esta bacteria, tenemos que tener claro cuándo está indicado realizarlo. De entrada no se recomienda realizar a todo el mundo pruebas diagnósticas. La indicación para profundizar en el estudio sería con la finalidad de comenzar con el tratamiento erradicador en personas con úlceras gástricas o duodenales activas, gastritis atrófica, en los que tengan antecedentes de úlcera y estén en tratamiento con AINE (antiinflamatorios no esteroideos), tras cirugía de cáncer o linfoma gástrico, en familiares de primer grado de pacientes con cáncer gástrico, o en sujetos en tratamiento con ácido acetilsalicílico (aspirina) a dosis bajas que hayan tenido úlceras o hemorragia digestiva. Si la persona está asintomática, consume de manera crónica antiácidos, sea simple rutina o no esté dispuesto a realizar el tratamiento erradicador, no estaría indicado el estudio.
No hay una prueba de cribado única. Existen varias alternativas diagnosticas como:
· Test de aliento: análisis del aliento tras ingerir una sustancia. El HB transforma la urea en CO2 y amoniaco y en caso de infección, se alimina por el aire espirado. Es especialmente útil para valorar el resultado del tratamiento erradicador y debe realizarse 4 semanas después de finalizar el tratamiento.
· Endoscopia gástrica: la ventaja es que se pueden tomar muestras de la mucosa para el diagnóstico. Es la técnica más precisa pero también la más invasiva
· Análisis de heces: buscando antígenos del HP. Es barato, pero menos sensible y específico. Exige que el paciente no tome antibióticos 4 semanas antes de la toma de la muestra, ni protector gástrico en las 2 semanas previas.
· Serología (análisis sanguíneo) para buscar anticuerpos frente al HP.
¿CÓMO SE TRATA LA INFECCIÓN POR HELICOBACTER PYLORI?
El objetivo del tratamiento sería el de curar la enfermedad ulcerosa péptica y reducir el riesgo de cáncer gástrico. En los últimos años, la efectividad del tratamiento se ha visto reducido por la resistencia a los antibióticos y la mala adherencia al tratamiento.
El tratamiento habitualmente consiste en la combinación de dos antibióticos junto con un protector gástrico durante una semana. A partir de las 4 semanas de la erradicación se realizará un prueba diagnostica, generalmente el test del aliento, para la confirmación de la eliminación de la bacteria.
Como medidas profilácticas para evitar la propagación de la infección se recomienda lavarse las manos después de usar el baño y antes de comer, comer alimentos preparados adecuadamente, beber agua de fuentes limpias y seguras.
En Europa hay una tendencia a recomendar tratamientos de una semana de duración, mientras en que EEUU la duración suele ser algo mayor, entre 10 y 14 días
§ Triple terapia o terapia estándar: Es la terapia más recomendada como primera línea e incluye un IBP y dos antibióticos, generalmente claritromicina y amoxicilina (o metronidazol). Las tasas de erradicación son del 70-85%. Sin embargo, en pacientes con exposición reciente o repetida a la claritromicina o metronidazol, o cuando la resistencia a la claritromicina es alta (≥15 por ciento), la cuádruple terapia debe ser utilizado como primera opción.
§ Cuádruple terapia:Se recomienda como tratamiento de segunda línea en los casos en que falle la triple terapia y consiste en un IBP junto con bismuto y dos antibióticos, generalmente metronidazol y tetraciclina. Las tasas de erradicación oscilan entre un 77-95%. El mayor inconveniente de esta pauta es su complejidad (requiere tomas cada 6 y 12 horas) y una menor adherencia.
§ Terapia secuencial: Se trata de un modelo de terapia relativamente nuevo que intenta salvar la resistencia del H. Pylori a la claritromicina. Durante los primeros 5 días se administra amoxicilina con un IBP y, en una segunda fase, se retira la amoxicilina y se añaden claritromicina y un nitroimidazol durante 5 días más; el IBP se administra durante todo el tratamiento. Parece que la amoxicilina podría debilitar las paredes bacterianas en la fase inicial del tratamiento, lo cual aumentaría la eficacia de la claritromicina en la segunda fase. Esta pauta ha mostrado mayores índices de éxito que la triple terapia de 7 a 10 días, pero no se ha mostrado más eficaz que la cuádruple ni que la triple terapia durante 14 días. En las zonas en las que la resistencia a la claritromicina es alta (> 15 por ciento), la claritomicina es sustituida por levofloxacino (250-500 mg dos veces al día).
§ Tratamiento de rescate: En una revisión sistemática se estima que la frecuencia de erradicación con la triple y cuádruple terapia es del 70 y 76% respectivamente, existiendo importantes discrepancias entre los grupos de consenso sobre cuál es el tratamiento “de rescate” optimo.
En general, para los pacientes en que fracasa el tratamiento inicial con triple terapia se recomienda la cuádruple terapia, utilizando una combinación diferente de antibióticos durante 14 días, y tener en cuenta las siguientes recomendaciones generales:
· La claritromicina no debe utilizarse a menos que el antibiograma confirme que la cepa de H. pylori es susceptible a la claritromicina.
· Los antibióticos tomados previamente en general deben evitarse.
· La tetraciclina puede ser más eficaz en este contexto que el metronidazol.
· Se debe reforzar la adherencia al tratamiento.
Si deseas profundizar en el tema a continuación pongo bibliografía con material para más información. Si te ha gustado o resultado útil comparte. Compartir salud es regalar vida
BIBLIOGRAFÍA
(1) Arias Núñez M. Tratamiento de rescate de la infección por Helicobacter Pylori. Galicia Clin 2008; 69 (1): 15-19
(2) Gargallo C., Serrano T., Gormollón F. Protocolo de seguimiento de la infección por Helicobacter Pylori. Medicine. 2012;11(2):131-4
(3) Agudo S, Alarcón T, Cibrelus L, Urruzuno P, Martínez MJ, López-Brea M. Alto porcentaje de resistencia a claritromicina y metronidazol en aislamientos clínicos de Helicobacter pylori procedentes de pacientes pediátricos. Rev Esp Quimioter. 2009;22(2):88-92.
(4) Guía Fisterra
(5) Helicobacter Pylori, puesta al día. Eskualdeko Farmaakoterapi. Volumen 20, nº 4. 2012
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