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Consejos para la Insuficiencia Venosa Crónica

Categoría: Te Interesa

Escrito el día 12-mayo-2022 por Juan Toral

Quizás puedas padecerla, aunque no le sepas poner nombre: notas las piernas cansadas, tienes tendencia a las varices, sientes dolor…Y es que, sin saberlo, puedes que formes parte de la siguiente estadística: la insuficiencia venosa crónica es la enfermedad vascular más frecuente en la población española y se caracteriza por ser crónica, progresiva y no siempre benigna. Su prevalencia es del 64% en mujeres y del 37% en varones.

Insuficiencia Venosa Crónica. ¿Eso qué es?

Es una patología en la que las venas son incapaces de realizar el adecuado retorno de la sangre al corazón, lo que provoca su acumulación en las piernas. Los vasos sanguíneos (venas y arterias) juegan un papel fundamental en el correcto funcionamiento de nuestro sistema circulatorio, ya que transportan la sangre desde el corazón a todo los órganos y tejidos del cuerpo. Las paredes de las venas tienen unas válvulas diminutas que se abren y se cierran, y sirven para ayudar a controlar la presión y el flujo de la sangre, siendo claves para controlar el retorno circulatorio. Pero existen personas en las que, debido a la pérdida de elasticidad, estas válvulas no cierren bien, por lo que la sangre comenzará a acumularse en las piernas, enlenteciéndose el sistema de retorno, dando como manifestación clínica las piernas cansadas y las varices.

Aunque no hay un único factor para padecer esta patología, lo cierto es que hay situaciones que aumentan la probabilidad de presentar este problema: la edad (más frecuente conforme nos hacemos mayores), predisposición genética, el embarazo, la presencia de alteraciones hormonales, el sobrepeso y la obesidad, la vida sedentaria en la que no se realiza la suficiente actividad física, el calor (el verano es la peor época del año para las personas con insuficiencia venosa crónica) o profesiones que obliguen a pasar muchas horas de pie o sentados, sin apenas movimiento.

Antes de nombrar algunas de las opciones de tratamiento más frecuentes, entre las que destacan los flebotónicos o vasoprotectores como el Venoruton, conviene compartir un decálogo con consejos prácticos para mejorar la circulación venosa:

Si estos consejos no consiguen mejorar los síntomas, a nivel de tratamiento, existen 3 escalones:

  1. Terapia compresiva: usa medias compresivas cuya función será la de ejercer presión sobre las piernas para facilitar el buen funcionamiento del sistema de retorno venoso y de esta manera ayudar a que la sangre ascienda correctamente. Existen diferentes tipos de medias compresivas según su tamaño: desde el tobillo hasta la cintura (panty), rodilla (medias cortas), o ingle (media larga), y se clasifican también según el grado de compresión difeenciando entre las ligeras, las normales y las fuertes. Cada persona, según el caso y su situación, puede necesitar unas u otras. 
  2. Terapia farmacológica: entre las pastillas/sobres, normalmente se usan fármacos con efecto flebotónico que reducen la fragilidad capilar con la intención de mejorar los síntomas. Se pueden usar de múltiples maneras: pomada, crema, geles, pastillas, cápsulas…Lo ideal sería que un médico hiciera un seguimiento.
  3. Cirugía: en el caso de mala evolución y síntomas que interfieran en el día a día de estas personas, quizás la solución esté en pasar por quirófano.

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