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Escrito el día 05-febrero-2022 por Juan Toral
Vivimos con prisa y acelerados, llegamos a la noche abatidos, pero son tantas las obligaciones, las cargas laborales, las expectativas que arrastramos que muchas veces, el silencio de la noche es tan atronador que nos resulta muy difícil conciliar el sueño o disfrutar de uno reparador. Este nivel de autoexigencia, de competitividad laboral y social, en muchas ocasiones nos invita a buscar el atajo creyendo que estamos optando por el camino fácil y en relación con el insomnio, la farmacología es un arma de doble filo al que en muchas ocasiones, todos optamos con más facilidad de lo saludable: los médicos por prescribir tratamientos no exentos de riesgos y/o efectos secundarios y las personas que pasan muchas de sus noches en vela, por la dependencia a una molécula que no es inocua, en vez de afrontar y buscar soluciones a los problemas del día a día.
Con el paso de los años y tras ver muchísimos pacientes en Urgencias, cada vez intento desmarcarme si puedo del intervencionismo en forma de la pastilla de turno. Y sin duda, la dificultad para conciliar o mantener el sueño invita a un profundo debate. Resulta curioso ya que el algoritmo para su tratamiento, no aconseja hasta niveles avanzados y previo fallo de intentos previos, la introducción de pastillas hipnóticas o con efecto relajante. Pero en cambio, muchas de estos motivos de consulta terminan con una receta y una nueva pastilla al tratamiento de base, en vez de frenar, respirar, analizar lo que nos está pasando y dejar a un lado tóxicos como el alcohol, el tabaco u otras sustancias adictivas.
El sueño, como si del engranaje de un reloj suizo, está regulado por una serie de moduladores químicos, siendo la melatonina el reloj biológico que tenemos, una hormona (conocida como la hormona del sueño) que liberamos en el cerebro, más concretamente en la glándula pineal, que regula los ciclos de vigilia y sueño. Por lo tanto, toca explicar cómo interviene para que la melatonina de farmacia se convierta en una aliada. Mitos a tener en cuenta: la melatonina no es un somnífero sino un estimulador del sueño.
Sabías que…
La melatonina se produce a partir de la serotonina, que a su vez se sintetiza a partir del aminoácido triptófano, que se obtiene a través de la dieta o de complementos alimenticios. Es por ello que para mejorar la regulación del sueño debemos potenciar la ingesta de alimentos ricos en triptófano, para así favorecer la fabricación de melatonina en el organismo.
Nuestro cerebro libera melatonina por las noches, con la oscuridad. Por eso es necesario que ante problemas para conciliar el sueño busquemos un ambiente sin luz ni estímulos luminosos para facilitar el funcionamiento de nuestras estructuras cerebrales. Vivimos en una sociedad tecnológica, tan enganchados a las redes sociales que nos acostamos y nos despertamos con ellas, algo que va en dirección contraria a lo que nuestro cuerpo necesita para conciliar el sueño.
Pero además de estimular el sueño, la melatonina parece tener otros efectos beneficiosos en nuestro organismo. Al mejorar el descanso, tendremos un sueño reparador y por lo tanto conseguirá romper o al menos frenar, el círculo vicioso de insomnio y nerviosismo. Además, tiene propiedades antioxidantes por lo que puede contribuir a un mejor funcionamiento del sistema inmunológico.
Es un medicamento de venta libre que puede ser un aceptable punto de partida junto a otras opciones naturales como la tila o la valeriana. No hace falta receta y en la Farmacia puedes hacerte con la que mejor se adapte a tus gustos o preferencias ya que hay en forma de pastillas, sprays, crema, jarabes, cápsulas y hasta inyectable. Normalmente se recomienda tomarla 15-30 minutos antes de intentar quedarnos dormidos. No genera dependencia y no sólo podemos obtener melatonina como fuente externa en Farmacias, sino que existen alimentos ricos en ella como por ejemplo el cacao, chocolate negro, pescado azul, el brócoli o los espárragos.
Pero para cerrar este artículo, conviene reforzar un mensaje y es el de no infravalorar la importancia que pueden tener detalles que nos pueden parecer insignificantes pero que tienen mucho peso en la consecuencia de nuestras metas saludables y es la rutina de nuestro día a día. En relación a la mejora del insomnio, debes tener en cuenta seguir los siguientes consejos:
Pero si todo lo anterior falla y el problema va a más y ya interfiere en tu calidad de vida, no dudas consultar con un profesional de la salud, que, tras analizar tu caso, podrá orientarte con más precisión respecto al problema del insomnio.
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