Evitando los errores en la medicación

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Escrito el día 22-noviembre-2022 por Juan Toral

Estos titulares, aunque lo parezcan, no están sacados del guión de una película de sobremesa de fin de semana, son datos reales que ponen de manifiesto la importancia de un problema que en la mayoría de los casos no es apreciado como tal y por lo tanto, pasamos por alto la posibilidad de soluciones que se ofrecen en relación al control medicación. 

“Uno de cada diez ingresos hospitalarios se debe a un error en la medicación”

Ya no es solo un tema sanitario (que lo es) sino también un problema económico. Se calcula que el coste derivado de los eventos adversos evitables relacionados con los medicamentos asciende casi a los 1.800 millones de euros, lo que se “come” el 2,9% del gasto sanitario en nuestro país.

“Alrededor del 5-10% de los ingresos hospitalarios y el 10-30% de las consultas en Urgencias se deben a un efecto adverso de un fármaco”

“En el mundo, cada minuto mueren cinco pacientes por errores médicos”

Esto nos obliga a buscar soluciones para que nadie se vea perjudicado mientras toma un tratamiento y en la búsqueda activa tenemos que estar todas las personas involucradas: pacientes, cuidadores, profesionales médicos y responsables políticos. De hecho, más del 80% de estos casos podría evitarse.

Las Farmacias tienen que erigirse como pilar fundamental en la solución. Cada vez que los Centros de Salud y Hospitales se ven más saturados, que en cada barrio haya una Farmacia debe dotarlas de mayor capacidad de resolución. El control, organización y explicación que se puede hacer en las Farmacias con los pacientes y sus cuidadores a la hora de la dispensación de estos tratamientos, la mayoría de larga duración, convierte a las Farmacias en un actor clave a la hora de encontrar soluciones al grave problema que se cierne en torno a los medicamentos: duplicidades, interacciones, efectos adversos indeseados, riesgos de intoxicación… Los avances y las nuevas tecnologías están dotando de alternativas y de hecho, en la actualidad, ya hay servicios que consiguen llevar a los domicilios la medicación mensual de manera organizada, clara y sin dar margen al error personal a la hora de interpretar las diferentes posologías de los tratamientos.

El primer paso para evitar un error es el conocimiento y con servicios como este se consigue simplificar un problema desde la sencillez, la tranquilidad, la seguridad y la comodidad.  Cuando un paciente, con su enfermedad que puede mermar sus competencias mentales, o a edades avanzadas, el margen de error humano aumenta. Por lo tanto, al evitar la manipulación y preparación personal del pastillero y al dejar esto a personal cualificado y entrenado para analizar las combinaciones y posibles interacciones, se hace la vida más fácil a los pacientes y ponemos herramientas para que la propia naturaleza, ayudada por la farmacología, resuelva los problemas médicos de base. 

Acumular blisters de medicamento, cajas de fármacos que con el paso del tiempo no recordamos exactamente para qué servían o se acercan a su fecha de caducidad son la consecuencia a la mala autogestión que hacemos en muchos de los botiquines caseros. La ayuda externa y las nuevas tecnologías, apoyadas siempre por personas que supervisen los tratamientos crónicos reduce el margen de error y por lo tanto, amplía el margen de seguridad. Médicos, pacientes, farmacéuticos: el futuro pasa por seguir trabajando todos en la misma línea. 

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