¿Por qué debemos fortalecer el suelo pélvico?

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Escrito el día 28-junio-2022 por Juan Toral

En los últimos años se ha puesto de moda el suelo pélvico y es frecuente escuchar la importancia sobre la salud que tiene. Los ejercicios para fortalecer el suelo pélvico  suelen centrarse en mujeres embarazadas, gestantes y entradas en la menopausia, pero la importancia de cuidarlo debería ser una constante, y no solo en el género femenino, sino también para los hombres.

Y es que efectivamente, todos tenemos suelo pélvico aunque en las mujeres parece tener más importancia debido a las estructuras ginecológicas que alberga y que por lo tanto, repercutirá en el bienestar. Se llama suelo pélvico a las estructuras musculares que cierran la cavidad abdominal en su polo inferior, en contacto con el recto, la vejiga y el útero en las mujeres. Para gozar de una buena salud, un buen control del esfínter de la orina y disfrutar de relaciones sexuales placenteras y duraderas, dicho suelo debe ser flexible para tener capacidad de adaptación a movimientos y actividades físicas. El músculo más importante será el pubococcígeo, por lo que nuestros esfuerzos principales deberán centrarse en fortalecerlo y para ello puede ser beneficioso un estudio del suelo pélvico tal y como recomiendan los profesionales de EstudioFisio.

Dice el refrán que prevenir vale más que curar y en relación con la salud del suelo pélvico, se cumple dicho axioma. Tener la zona con una buena tonalidad será vital para evitar la incomodidad y estigmatización social en la que puede desembocar un problema de incontinencia urinaria, irritaciones en la zona vaginal, predisposición a infecciones de orina e incluso el riesgo de sufrir prolapsos como sería el cistocele que pueden terminar precisando pasar por quirófano para resolver el problema. Por lo tanto, si estás leyendo este artículo, va siendo hora que pongas cartas en el asunto y comiences a potenciar tu suelo pélvico.

Como has leído, en el suelo pélvico intervienen varios músculos, pero el más importante sin duda es el puboccocígeo. Cuidarlo, mimarlo y ejercitarlo, debe ser una obligación a partir de ahora y para ello existen unos ejercicios, conocidos como de Kegel, que podemos hacer sin que nadie se de cuenta, en cualquier momento y lugar del día. Tenemos que intentar introducirlo en nuestra rutina diaria y por ejemplo, podemos acostumbrarnos a hacer estos ejercicios por ejemplo cuando estamos leyendo, vamos en el transporte público o estamos navegando con nuestro teléfono. Estos ejercicios de Kegel consisten en contraer el músculo puboccocígeo y eso se hace haciendo el movimiento de intentar orinar pero sin orinar y relajarlo rápidamente, sin contraer la musculatura abdominal ni los glúteos. Realizar repeticiones en tandas de 10-20 contracciones, varias veces al día, hará que a las pocas semanas, la tonalidad y flexibilidad de la musculatura del suelo pélvico mejore. 

Y es que en nuestra sociedad, pasamos por alto en muchas ocasiones la importancia de los autocuidados. Hemos visto que un mal estado del suelo pélvico puede influir en infecciones, problemas sexuales, alteraciones en la autoestima e incluso hasta en episodios de dolores lumbares. 

Como leíste al principio, tanto las mujeres como los hombres tenemos suelo pélvico y debemos protegerlo y cuidarlo. Aunque es cierto que hay dos momentos de la vida donde se daña más y hay que centrarnos en su cuidado. Durante el embarazo, la musculatura de la parte baja del abdomen tiene que soportar el aumento del peso y la presión que se producen, además de los cambios hormonales que influyen que la zona se vuelva más laxa y por lo tanto pierda capacidad de contención, lo que se traduce, por ejemplo, en las típicas pérdidas de orina de las mujeres embarazadas. En el parto, la musculatura de la zona se tiene que estirar y sufre secuelas que hará que la musculatura de la zona, durante un tiempo, pierda elasticidad. La menopausia es otro momento clave ya que debido a los cambios físicos y hormonales que se producen en las mujeres al llegar a esta etapa de la vida, la musculatura tiene predisposición a debilitarse. Pero no solo estamos hablando de estas tres situaciones fisiológicas: el estreñimiento o la obesidad, tan frecuentes en nuestro medio, predisponen también a su deterioro.

Es tarea de todas y de todos cuidar nuestra salud. En la constancia está la clave del éxito. Nunca es tarde para ponerse manos a la obra. El momento es ahora.

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