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La controversia andaluza

Categoría: Reflexiones

Escrito el día 11-noviembre-2014 por Juan Toral

Le voy a contar la realidad de mi tierra y la de otras 8.440.299 personas que como yo, hacen de Andalucía la Comunidad Autónoma más poblada de España. Lares mágicos con olor a azahar, con sabor a aceite de oliva, con ritmo de fandango y flamenco, donde el arte es la norma y los artistas florecen como las macetas en los patios cordobeses cuando la primavera se despereza del bello invierno que hace de Sierra Nevada referente nacional. Tradiciones, folclore, fiestas, ferias, Semana Santa., confraternización de culturas que han dejado joyas como la Mezquita o la Alhambra. Tierra y mar, montaña y playa. Turismo y agricultura que brillan con luz propia debido en parte al sol que parece hacernos un guiño en los veranos de la Costa del Sol dorada como el oro.

Sin embargo, la realidad es que teniéndolo todo, Andalucía no es rica en nada y sí pobre en casi todo. Porque parece que de nada o de poco sirve ser la comunidad con más población de España, ni la segunda más extensa. Y es que me resulta llamativo y doloroso las cifras que se dan en la tierra de la que soy y me siento. Según Eurostat en 2012, Andalucía poseía la tasa de paro más elevada de toda la UE, con una tasa del 35,2% según datos de la EPA de Septiembre de 2014 (muy por encima de la alta media española que se sitúa en el 24%). Duele ver como los jóvenes andaluces de menos de 25 años tienen el futuro tan negro como demuestra que 6,2 de cada 10 jóvenes se encuentren sin trabajo. Algo se tiene que estar haciendo muy mal, cuando con la cantidad de materia prima, de turismo, factor servicios, naturaleza y agricultura, Andalucía sea la comunidad autonómica más pobre de España como reflejan los datos: 1 de cada 4 españoles pobres es de Andalucía y 1 de cada 3 andaluces es pobre. Cerca de 3,5 millones (aproximadamente el 41% de los andaluces) vive en el umbral de la miseria según la tasa Arope. Con un comercio estancado, una  revolución industrial que tardó más que en ningún sitio en producirse, con el bastión principal de la construcción que se pinchó junto a la burbuja inmobiliaria, parece que se sustenta gracias al sector servicios, donde el turismo brilla con luz propia.

Y es que Andalucía es la tierra de las oportunidades perdidas. Sobrevivir en ella se ha convertido en la identidad de muchos de los andaluces que o bien no quieren, no se atreven o no pueden escapar del panorama que los asfixia cuando el mes pasa hojas en el calendario y la cuesta se hace difícil de alcanzar.

Y ahora, les voy a hablar sobre la Sanidad de mi comunidad. Pública y universal defienden unos ante la privatización con que parecen simpatizar otros. Aquí no se cumplen promesas de lista de espera que se hacen eternas y a veces se demoran tanto que cuando llegan dejan de tener razón de ser. Aquí se intenta maquillar desviando a los pacientes por otros circuitos para aligerar los meses de espera. En Andalucía, teóricamente no  se despide a ningún profesional sanitario, simplemente no se renueva. De nada ha servido que recorten a los profesionales ya que la bajada sangrante en el sueldo no ha servido para que haya más contratos. No hay dinero esgrimen, mientras los altos cargos se suben el suelo o se invierte en cambiar el nombre de algunos hospitales como el de Carlos Haya de Málaga por su pasado franquista. En Andalucía no se dejan quirófanos sin cubrir, simplemente se reubica al personal en otros, ni se cierran plantas del Hospital para intentar cuadrar unas balanzas que tan solo se recortan en una dirección sin importar la sobrecarga asistencial, ni la calidad de los servicios prestados para un usuario del servicio de salud maltratado por la Administración que los desgobierna.

El consejo que le puedo dar a cualquier persona que lea esto es que lo más saludable es no ponerse malo. Porque en caso de ir al médico, no sabrá que el enfermero o la médica que le atiende es un profesional muy bien formado pero pobremente incentivado y nulamente estimulado por un maquiavélico sistema que los exprime y maltrata. Conozco a compañeros del gremio, maestros en el noble arte de la Medicina  (algunos de ellos me enseñaron lo que se) que llevan más de 20 años trabajando para la empresa SAS (Servicio Andaluz Salud) que firman mes a mes. Y en el mejor de los casos, la persona que le atiende puede llevar año y medio con contratos esporádicos de semanas, días e incluso horas, de un sitio para otro, viviendo en el coche y sin el calor de los suyos gracias al torturador sistema de la bolsa de contratación pública que te castiga si rechazas una suculenta oferta de trabajo para un día a 300 kilómetros de tu casa. Tampoco puedes saber que ese profesional haya podido recibir amenazas de no ser renovado si no seguía órdenes impuestas desde arriba que se encuentran bastantes alejadas de los criterios de una buena labor asistencial, con el único fin de cuadrar las frías estadísticas para las que viven los gobernantes enclaustrados en los castillos de sus despachos. Porque el médico que le hace la colonoscopia puede que esté saliente de guardia, pero como falta personal, se haya visto obligado a pasar consulta el día de saliente que tendría que estar descansando.

Pero como digo, en el mejor de los casos, le atenderá un profesional contratado, porque la realidad es que muchas médicas y enfermeros, enfermeras y médicos viven pendiente del teléfono, de que suene una llamada a las 8:00h de la mañana que les indique que tienen que ser el parche para tapar algún hueco; esclavos de la incertidumbre y la angustia de la que decidí huir hace ya 18 meses cuando terminé la residencia de Medicina de Familia y decidí que quería desarrollar lo aprendido con unas mínimas condiciones de estabilidad y dignidad profesional, aunque esto supusiera alejarme de mi casa, de mi familia y de mi tierra.

A estas altura del texto, y si aún sigue usted leyendo esto, me voy a sincerar. Estoy dolido con el Servicio Andaluz de Salud, ogro disfrazado de cordero. En mi último año de residencia, los Especialistas Internos Residentes andaluces nos pusimos en huelga: pedíamos mejorar nuestra formación y un sueldo que nos habían recortado sin previo aviso. En esa batalla de David contra Goliath aprendí mucho sobre la vida: aprendí el compañerismo, la fuerza de la unión, el motor que debe suponer el inconformismo. Pero también aprendí las malas artes de los dirigentes, la falsa moral, la manipulación de los medios de comunicación, lo fácil que es ocultar información ante los demás o subirse a un estrado en un parlamento andaluz y decir con esa seguridad aplastante entrenada en las mejores escuelas de interpretación que nuestra causa no tenía sentido. Vivimos vendidos ante unos políticos (locales, autonómicos, nacionales o internacionales) que miran más por sus intereses que por los de sus representados; nos informamos a través de unos medios sesgados en la mayoría de los casos dan su particular versión o la que más convenga sin importar la veracidad.

Y ante este corrupto y corrompido caldo de cultivo, los otros días salgo de guardia leyendo una noticia de esas que te suponen una patada en la boca del estómago:

Las habitaciones de hospital tendrán ordenador con pantalla táctil” – los centros de Sevilla instalarán más de 2.000 terminales multimedia de última generación en las habitaciones.

Sí, han oído bien. En los años de la austeridad a alguien se le ha ocurrido que es una necesidad vital que el paciente de una habitación de hospital tenga a su alcance un ordenador con pantalla táctil para jugar, ver películas o navegar. En el caso de ser una petición del pueblo, he debido hacer oídos sordos porque no escuché jamás a ningún colectivo demandar este servicio. En los años de los Smartphone y las tablets donde es difícil ver a alguien sin algún terminal en su poder, no deberíamos olvidar la finalidad de un hospital y un enfermo, que si está ingresado es por la necesidad de estarlo, por la patología que tiene y no por el ocio que le oferta una pantalla de pocas pulgadas. Porque puesto a ser mal pensado, alguien ganará mucho dinero con la adjudicación hacia alguna empresa con apellido (que en Andalucía somos del ERRE con ERRE) a la que le comprarán los terminales y con la instalación de un wifi para dar cobertura. Poco importará que será un servicio escasamente usado ya que su alquiler supondrá un coste innecesario y prescindible para el paciente. Curioso ver como hay comedores en los que hay escolares que no pueden comer y habrá hospitales (sólo en Sevilla que para eso es la capital del reino) donde habrá ordenadores con pantalla táctil que no serán usados.

Esto es lo que se puede leer en la noticia:

Que los enfermos hospitalizados se sientan tan cómodos como en el salón de su casa y no extrañen siquiera el mando a distancia de su televisor. Con esta filosofía, el Servicio Andaluz de Salud (SAS) ha convocado un concurso para dotar de terminales multimedia (2.235 en total) de última generación a las habitaciones de los hospitales públicos de la provincia de Sevilla: Virgen Macarena, Virgen del Rocío, Virgen de Valme, San Lázaro, El Tomillar y Nuestra Señora de la Merced de Osuna. Las estrecheces presupuestarias, que han afectado al sueldo de los funcionarios y a los contratos eventuales, no frenan la revolución digital que impulsa el SAS. Son los propios pacientes quienes sufragan el servicio, como sucede actualmente.

Según recoge el pliego de condiciones técnicas del concurso, «el servicio consistiráen una solución integral de servicios de ocio y entretenimiento para los pacientes del hospital, el acceso a la historia clínica digital y en los casos en que técnicamente sea posible, el registro automático de la información obtenida desde los dispositivos biomédicos».

Sin moverse de la cama, los enfermos tendrán acceso a un amplio servicio multimedia a la carta: televisión y radio (como hasta ahora), pero también —y ésta es la novedad— películas bajo demanda, vídeos, juegos y acceso a la historia clínica digital.

El proyecto del SAS parece sacado de una película futurista. «El terminal multimedia estaráformado por un ordenador personal integrado con una pantalla táctil que permite el acceso a una serie de funcionalidades específicas». Asílo describe el pliego. El terminal estaráanclado al cabecero de cada cama «a través de un brazo articulado y con una capacidad de giro aproximada de 360 grados».

Para disfrutar de los servicios de pago, el paciente deberáutilizar un «monedero virtual» conectado con terminales de prepago situadas en zonas comunes de los hospitales. El sistema contará, además, con un dispositivo de reconocimiento del usuario, que se activarávía tarjeta o introduciendo una contraseña. Cada terminal multimedia permite el uso compartido (para el paciente y acompañantes) o con auriculares desechables. Aparte de su vertiente lúdica, los profesionales podrán acceder a la historia clínica desde los terminales con el programa Citrix.

En serio, cada vez estoy más convencido de algo que al principio era una suposición pero que visto lo visto y leído lo leído debe ser una realidad: los dirigentes nos consideran tontosporque realmente lo somos. Eso puede explicar todo lo que está pasando. Andalucía, la comunidad de las oportunidades perdidas. Donde el PSOE ha ganado todas la elecciones autonómicas desde la constitución de la autonomía andaluza hasta las elecciones de marzo de 2012; donde sigue haciéndolo con un gobierno no legítimo ya que Manuel Chaves primero, y luego el no votado Griñán abandonaron el barco cuando la bomba del escándalo de los Eres comenzó a echar humo, y en la actualidad con Susana Díaz que ni fue elegida ni ha conseguido frenar la herida mortal aunque paradógicante sea la esperanza silenciosa socialista española; donde la oposición ni está ni se le espera. Donde el pueblo no hace caso al himno quizás en parte por el caciquismo en forma de subvenciones de las que viven muchas familias de la Andalucía profunda que sigue depositando su confianza en forma de voto.

Si hay dinero para terminales táctiles, aprovecho esta entrada para recordarle a María Jesús Montero que me devuelva mi dinero, ya que si la banca dispone para dotar tecnológicamente las habitaciones de los hospitales de Sevilla también debería tenerlo para los profesionales a los que se nos quitó pagas extras o viven recortados pese a ser los máximos responsables de salvaguardar a unos andaluces anestesiados en el formol de la resignación

 

¡Andaluces, levantaos! ¡Pedid tierra y libertad!

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