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Escrito el día 19-febrero-2020 por Juan Toral
En pleno siglo XXI, la revolución industrial ha dado paso a un cambio silencioso pero imparable: la revolución digital. Consumimos información, nos comunicamos, nos entretenemos y realizamos gran parte de nuestro día a día a través de la pantalla del ordenador o dispositivos electrónicos.
El comercio no ha sido ajeno a todo esto como demuestran los grandes colosos del eComerce como Amazon o los fenómenos asiáticos tipo AliExpress. La gente en un intento de optimizar su tiempo, cada vez minimiza desplazamientos y esperas, recurriendo a Internet para hacer sus compras: en un entorno seguro, privado y cómodo ya que los productos comprados suelen llegar a casa.
El mundo de las Farmacias también se están adaptando a este fenómeno y cada vez se apuesta más por la Farmacia Online, como la que se enlaza en esta web. Muchos medicamentos necesitan receta médica pero hay un gran arsenal de opciones terapéuticas que no necesitan prescripción médica (por ejemplo: productos dietéticos, cosméticos o de higiene). La Juventud es nativa digital y por lo tanto, el principal público objetivo que se alcanza con la farmacia online: este perfil de usuarios es difícil de captar en la tradicional farmacia física.
El gran beneficio de la Farmacia online es que no nos limitados a un comercio de barrio, sino que pasamos a estar en un mercado global. El recurso tiempo es otro hándicap a tener en cuenta: por un lado, la persona puede comprar en cualquier momento del día, sin importar el lugar donde esté. Pero el tiempo también tiene su importancia: en la Farmacia tradicional, los farmacéuticos no disponen de un tiempo ilimitado para explicar detalladamente los productos que venden, cosa que en la Farmacia Online se soluciona con una explicación detallada de cada producto que se venda.
El ahorro de costes indirectos es otra ventaja. El ahorro en gastos intangibles puede repercutir positivamente en los clientes a los que se les puede ofertar una serie de ofertas o promociones especiales.
El pudor y la vergüenza es otro impedimento que puede vencerse con la venta online. Existen ciertos productos como por ejemplo para la disfunción sexual o para la pérdida de cabello, que pueden sonrojar a la persona que los necesita, lo que en ocasiones puede suponer un freno y una venta perdida. Por Internet este pudor se pierde e incluso se pueden preguntar dudas de una manera más abierta al perder el componente personal.
La comodidad en la forma de pago cada vez es mayor y más segura. En la actualidad el cliente tiene una gran variedad de pago: tarjeta de crédito, paypal, por transferencia, por pasarela de pago…
Las opciones de venta son amplias y en la actualidad el catálogo de venta tiene una amplia gama de productos de nutrición, dietética, cosmética, remedios naturales, artículos de higiene, productos para cuidados del bebe o plantas medicinales entre otras.
Las reglas de juego están cambiando, como demuestra el Real Decreto 870/2013 donde se regularizó la venta de medicamentos a distancia sin prescripción, los conocidos como medicamentos de venta libre.
Al igual que el futuro de la medicina estará protagonizado por la telemedicina, el de la farmacia pasa por lo online. Una farmacia online es sinónimo de innovación…y lo será aún más en un futuro cada vez más cercano.
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