El compromiso con mis pacientes
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Escrito el día 31-enero-2018 por Juan Toral
Querida amiga, querido amigo. Puede que aún no nos conozcamos pero quiero escribir estas líneas en tu honor. La enfermedad es una parada donde médico y paciente suelen encontrarse y llegado ese momento quiero que sepas que voy a estar allí intentándote ayudar.
Por desgracia uno no siempre obtiene el resultado deseado en cuestiones de salud pero puedes tener la absoluta tranquilidad de que voy a intentar acompañarte en todo ese/este proceso en la medida que me sea posible ya sea con mis conocimientos, con las pruebas que te pida, los consejos que te de o simplemente devolviéndote una mirada sincera o un hombro en el que apoyarte.
Te lo prometo.
Vivimos en un mundo tan interconectado que ya no sólo se hace medicina en la consulta. Puede que hayamos coincidido en el servicio de Urgencias donde trabajo físicamente, pero también puede que hayas llegado a mí buscando en Internet en un intento por resolver esas dudas que te quitan el sueño y te llenan de incertidumbres.
Escribo esta carta como un compromiso que dejo sellado contigo, con vosotros, que intento e intentaré seguir cumpliendo siempre. La Medicina que está enturbiada por recortes, intereses políticos y frustración debe intentar buscar la escapatoria para lo más importante, que es estar al lado de las personas que nos necesitan.
Este es mi compromiso contigo:
- Te llamarán usuario/a, paciente o enferma/o. Me comprometo a intentar llamarte siempre por tu nombre ya que estás por encima de las etiquetas que te pueda poner el sistema que tiende a catalogar y estigmatizar con la coletilla que supone tener un diagnóstico.
- Intentaré tratarte como me gustaría que lo hicieran con mis seres queridos. Bastante mal te está tratando la enfermedad como para que yo también lo haga.
- Me comprometo a intentar dejar los problemas a un lado y que cuando me ponga la bata, me cuelgue el fonendo y te tenga delante tan sólo estés tú. No será fácil ya que hay obligaciones, familia y problemas del día a día que no se pueden borrar pero intentaré tener mis cinco sentidos contigo.
- La vida del médico de Urgencias no es fácil. Son muchos turnos, muchas guardias de noche que hacen difícil descansar. Pero en la medida de lo posible intentaré estar descansado para que el cansancio no sea una excusa.
- Prometo seguir actualizándome día a día, estudiar y hacer cursos para intentar que la atención que te preste sea fiable y de calidad. No prometo que no vaya a equivocarme porque la medicina no es una ciencia exacta, pero me comprometo en la medida de lo posible a no quedarme desfasado en el conocimiento para intentar disminuir la probabilidad de error.
- Prometo cumplir aquello de “lo que pase en la consulta, se queda en la consulta”. No soy un cura sino tu médico así que me debo a ti. Lo que me cuentes es algo entre tú y yo así que puedes estar tranquila/o. Tu salud está a buen recaudo.
- Me comprometo en la medida de lo posible a desmedicalizar los problemas cotidianos de la vida diaria. Lo fácil es mandar medicación ya que de esa manera uno parece evadir responsabilidades. Siempre que sea posible intentaré que no tomes medicinas innecesarias. Está demostrado que hacer cambios saludables en el estilo de vida es lo que a la larga dará resultados y harán que se mantengan en el tiempo.
Prometo cumplir todo lo anterior y si alguna vez no lo hago te pido por favor que me lo digas para poder corregirlo sobre la marcha.
Este es mi pacto contigo pero antes te pido también algo a cambio para cerrar este compromiso que será para toda la vida:
- Te pido que confíes en mí y en mi criterio. Esto no significa que acates lo que te diga sin más, sino que entiendas que lo que te digo es porque creo es lo lo mejor para ti. No soy tu padre para decir lo que tienes o no tienes que hacer, pero sí para aconsejarte que es lo que creo será mejor para ti.
- Te pido que no me veas como tu enemigo sino como un aliado. Muchas veces a los médicos se nos ve como parte del conflicto pero estamos de tu parte: también sufrimos en primera persona los recortes y la precariedad y nos enfrentamos a diario a ellos.
- Te pido que si tienes dudas me las consultes. Es preferible una confianza mutua que nos hará avanzar de la mano. Si me preguntas yo te guiaré y te recomendaré dónde tienes que buscar por Internet. Déjame ser tu sherpa digital en temas de salud. Hay mucha información, demasiada errónea que puede sobreintoxicarnos.
- Te pido que no me faltes el respeto ya que estoy aquí para ayudarte. Sé que habrá veces en la que no obtengas lo que esperabas al consultar conmigo pero la Medicina es así: en ocasiones hay que lidiar con la incertidumbre y el tiempo es parte de los diagnósticos y la propia enfermedad.
- Por favor, no te automediques. Te sorprenderías al conocer los casos de ingresos hospitalarios que se explican por tomar equivocadamente tratamientos. Si no te mando antibiótico para un simple catarro ni te mando una benzodiacepina porque no consigues dormir no lo hago porque me caigas mal sino al contrario, porque quiero lo mejor para ti.
Me hice médico para sellar esta alianza contigo. Si aceptas el trato aquí me tendrás, ya sea en algún servicio de Urgencias o a través de la consulta online dispuesto a ayudarte. Ser médico es una responsabilidad pero también un privilegio. Un pacto para toda la vida. Que así sea.
«Mi compromiso con el paciente. Ya sea en la consulta física o en la virtual»
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[…] si es mañana, tarde, noche o madrugada. Mi forma de trabajar tal y como dejé por escrito en “El compromiso con mis pacientes”es trataros con respeto, presentarme, estrecharte la mano, escucharte, mirarte a los ojos, […]