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Escrito el día 23-agosto-2019 por Juan Toral
La Medicina está evolucionando y esto hace que situaciones sobre las que antes se tenían menos esperanzas, estén teniendo resultados satisfactorios. Hasta no hace mucho, las personas con pérdida de audición tenían prácticamente como única alternativa los audífonos. Pero en la actualidad para la sordera o la pérdida de audición progresiva existe una alternativa, pasar por quirófano para la colocación de un implante coclear. En este post sabrás en qué consisten y sobre todo en que consiste la recuperación tras una cirugía de implante coclear.
Son unos pequeños dispositivos electrónicos que permiten que personas sin audición puedan oír. De manera muy generar, la operación consiste en una perforación microscópica detrás de la oreja y la colocación de un electrodo dentro de la cóclea que está en el caracol (oído interno) que irá conectado a una especie de audífono amplificador que se coloca bajo la piel en la parte externa de la oreja, sobre la zona del hueso parietal.
El estimulador que está debajo de la piel actuará como receptor; el electrodo del oído interno recibirá el sonido y lo convierte en señal eléctrica.
La edad no es un freno para no colocar un implante. Están indicados en casos de audición severa o sordera ya sea en adultos, niños o bebés que no obtienen resultados satisfactorios con los audífonos. El audífono suele trabajar como un amplificador de los sonidos, pero los implantes tienen una forma diferente de actuar, ya que conectan directamente con el sistema nervioso encargado de la audición por lo que es una gran opción sobre todo si existe un daño anatómico en el oído que justifique la sordera.
Cada operación es un mundo, pero normalmente suele durar 3 horas. Se realiza con anestesia general. Como hemos dicho anteriormente, el/la otorrinolaringólogo/a colocarán los electrodos en la cóclea o caracol y hará una pequeña perforación en el hueso parietal para ubicar allí el estimulador receptor y fijarlo. Después de esto, se cierra y sutura la zona. Los puntos se retiran al cabo de una semana.
Cualquier operación tiene sus riesgos, pero en términos generales, la colocación de un implante coclear es una intervención bastante segura y que hará que las personas con sordera mejoren su calidad de vida.
No es lo habitual, pero después de la operación, algunas personas pueden estar unos días con vértigos y dolor de cabeza, aunque esto suele durar tan sólo unos días.
De cara al cuidado, será importante cuidar la zona externa de sutura: mantener una buena higiene con agua y jabón, mantener la zona seca y evitar golpes y que te de el sol en la zona para ayudar a que la cicatrización sea lo más satisfactoria posible.
En caso de molestias en la zona, podrás tomarte algún analgésico tipo Paracetamol, Metamizol o Ibuprofeno.
Ahora bien, es muy importante que, tras esta cirugía, se entre en un proceso conocido como REHABILITACIÓN AUDITIVA. Harán falta unas semanas para adaptarnos y entrenarnos con el implante para que la recuperación de la audición sea satisfactoria. El médico especialista, a través de un programa informático que será específico para cada caso y necesidades auditivas, ajustará y configurará los electrodos para garantizar una audición clara, precisa y agradable. Se trabajará de manera conjunta con un/a Logopeda.
Para ello, se harán tres fases:
Con este trabajo se consigue que cada persona saque el máximo rendimiento al audífono para mejorar su capacitación. Es importante familiarizarse al implante y hacer esta rehabilitación para sacar el máximo rendimiento al sistema auditivo.
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