Categoría: Curiosidades
Escrito el día 06-octubre-2015 por Juan Toral
Cuántas veces hemos escuchado la frase “niño bébete rápido el zumo que se van las vitaminas”. Seguro que fue una cantinela de nuestra infancia pero también es muy probable que con el paso de los años nosotros seamos los que digamos esas palabras a nuestros pequeños.
¿Pero es cierto esto? ¿Tiene el zumo vitaminas volátiles que huyen del vaso al poco de exprimir la naranja? Tras revisar la literatura e investigar sobre esto, intentaremos poner la vitamina ácida a este asunto.
Antes de comenzar, quiero avisar de que este artículo puede herir la sensibilidad d padres, madres y abuelos aferrados a la creencia de la inmediatez a la hora de beberse el zumo. Siento decirlo, pero hemos estados equivocados todo este tiempo.
Y es que la vitamina C se conserva en el zumo hasta 12 horas después de exprimir la naranja. Existe la creencia de que la Vitamina C del zumo es poco estable, pero lo cierto es que lo único que ocurre es que el sabor se vuelve más amargo. Se necesitan condiciones extremas (como temperaturas muy elevadas) para que la vitamina pierda sus propiedades o que el tiempo sea muy prolongado. La vitamina C, aunque se oxida y es sensible a la luz solar y al calor tiene unas pérdidas insignificantes en temperatura ambiente y condiciones normales.
Para una madre, cuando se trata de la salud de sus pequeños, el tiempo se mide en segundos, de ahí quizás la angustia que nos ha condenado durante generaciones a beberlo del exprimidor al vaso.
Conviene recordar cuando se perderían las propiedades de la vitamina C del zumo:
– Condiciones extremas como temperaturas calientes (suele ser una opción para casos de resfriados) o permanecer en el frigorífico en verano
– Que pase mucho tiempo desde que se exprime hasta que se consume: como se ha citado, parece que la vitamina se mantiene 12 horas. En caso de periodos prolongados, se aconseja guardar el zumo en vasos opacos para evitar el paso de la luz y que la vitamina no se oxide.
Existe un estudio que publicó la revista Journal of The American Dietetic Association en 2002 que concluyó que aunque la vitamina C (ácido ascórbico) se oxida con rapidez si se deja el zumo de naranja a temperatura ambiente, la sustancia que se genera, denominada ácido dehidroascórbico, sigue teniendo las mismas propiedades de la vitamina C.
Llegado a este punto tenemos también que reflexionar sobre la vitamina C y el consumo excesivo de zumos naturales-artificiales. Se aconseja cubrir unas necesidades diarias de todos los nutrientes y la Vitamina C está entre ellas. Una dosis recomendable de vitamina C al día se corresponde con unos 80 miligramos, la cantidad que contienen unas dos naranjas
Existe la creencia de abusar de frutas, verduras y sobre todo zumos para obtener las cantidades necesarias. Con una dieta sana y equilibrada, estas necesidades están más que garantizadas, por lo que corremos el riesgo de estar tomando vitamina de más. El riesgo no se encuentra aquí, sino en la posible relación que puede existir en tomar más zumos de lo recomendado con la aparición de patologías como sobrepeso o predisposición a diabetes. Por lo tanto, parece prudencial recomendar un vaso pequeño de zumo al día y no obsesionarnos con buscar un manantial de vitamina C.
BIBLIOGRAFÍA
Recomendaciones de manipulación doméstica de frutas y hortalizas para preservar su valor nutritivo. Rev Esp Nutr Hum Diet. 2014; 18(2): 100 – 115
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